Ferrari Portofino: hará que olvides el California T

Se trata de un deportivo polivalente y especialmente diseñado para el día a día gracias a una perfecta combinación entre prestaciones y confort a bordo, ya que no deja de ser una fecha roja pero promete, a su vez, la comodidad de un GTC4 Lusso, el modelo más amplio de Ferrari –el Portofino mide 4,58 metros de longitud–. Además, herencia de la serie California, goza de una conducción a cielo descubierto gracias a su techo rígido retráctil y cuenta con un diseño elegante, vanguardista y más suavizado que otros automóviles de la marca.

Bautizado con el nombre de uno de los pueblos costeros más ilustres y pintorescos de la región italiana de Cinque Terre, que también pasa a ser la denominación de uno de los nuevos colores metalizados en la extensa paleta de Ferrari, el Rosso Portofino, esta preciosidad cuenta con un motor V8 de 600 caballos –40 más que el California T– y 760 Newton metro de par que le permite pasar de 0 a 100 en tan solo 3,5 segundos y alcanzar una velocidad punta superior a los 320 kilómetros por hora, lo que le convierten en uno de los descapotables más rápidos de la historia.

Estas cifras no sólo se deben a un aumento considerable en la potencia y a la turboalimentación de su propulsor –que, por cierto, tiene el doble premio internacional como motor del año–, sino también a un significativa reducción de peso con respecto al modelo que lo precede gracias a las más modernas técnicas de producción, que han ayudado, además, a un gran incremento de la rigidez estructural, lo cual se transmite al volante mediante sensaciones únicas.

Pero si hablamos de emociones, qué menos que hablar de su sistema de escape, pues ha sido preparado con esmero para la ocasión por los mejores especialistas en este área para que emita el singular sonido agudo de un Ferrari pese a no ser atmosférico, si bien lo que más destaca en este sentido es la aplicación de un sinfín de componentes tecnológicos orientados al placer de conducción, entre los que destaca un diferencial trasero electrónico de nueva generación combinado con el F1-Trac, que mejora el grip mecánico y el control del coche.

Por otra parte, equipa suspensiones magnetoreológicas, que reducen el balanceo al mismo tiempo que que mejoran la absorción de las irregularidades del asfalto y contribuyen a hacer del Portofino un coche más dinámico y reactivo sin renunciar al más alto nivel de confort. En el apartado aerodinámico también se ha llevado a cabo un gran esfuerzo con el propósito de crear un automóvil deportivo con el mejor coeficiente de resistencia mediante nuevas tomas de aire.

En su trasera, este Ferrari respira todavía más deportividad gracias a unos faros situados en el límite del cuerpo que ya nos resultan familiares y cuatro grandes colas de escape. No obstante, es difícil disimular que ese 'culo' ha engordado, pero debido a una clara puesta por la versatilidad, ya que el Portofino, además de un compartimento para la capota, cuenta con un magnánimo maletero que permite transportar maletas de relativo gran volumen con facilidad.

Por último y ya en su habitáculo, Ferrari no ha sorprendido tanto como en su exterior, pues se parece mucho a lo que hemos visto en anteriores modelos de la firma. Consta de un sistema de infoentretenimiento con una pantalla completamente táctil de 10,2 pulgadas y dos grandes y redondas salidas de climatización sobre la misma. Un ardiente volante deportivo con amplias levas satinadas tras él y asientos vestidos del mejor cuero italiano con regulación eléctrica en 18 posiciones diferentes que permiten más espacio a las plazas traseras.