CURIOSIDAD

Así sería el Ferrari F40 de fabricarse hoy en día

13/11/2018 18:06

El Ferrari F40 es uno de los 'cavallinos' más reconocibles de todos los tiempos. Incluso hoy en día aparece como uno de los más deseados a pesar de que dejó de fabricarse en 1992. ¿Lo reeditará Ferrari alguna vez? Seguramente no, pero si lo hiciese bien podría ser con la imagen que luce este homenaje de diseño actual creado de forma independiente.

El Ferrari F40 Tribute, que así se llama el coche creado digitalmente por Samir Sadikhov, es una reinterpretación del mito de Maranello que respeta la filosofía de diseño actual de la marca. Su base es el F40 original, pero su aspecto final recuerda más al de los más recientes hypercar italianos.

Si bien su exterior parece bastante realista, el interior es más propio de un 'concept car' de esos que luego nunca llegan a hacerse realidad. O si lo hacen es con una imagen bastante más suave que la original. Llama especialmente el volante, más similar al del puesto de control de un avión que al de un coche deportivo. También algunos detalles 'racing' donde los haya, como el mapa del circuito que pueda uno recorrer en un momento dado dibujado en la parte inferior de la consola central. Es un buen 'carrerista' el amigo Sadikhov, porque ha colocado ahí el de Spa-Francorchamps para mostrar su creación al mundo.

En cuanto al motor elegido no se ha dicho absolutamente nada, pero no sería para nada descartable que utilizase algún tipo de hibridación, algo cada vez más común en los deportivos de altos vuelos. Nada que ver por tanto con el propulsor original del Ferrari F40, ese que le convirtió en su momento en el coche homologado para la calle más rápido de la historia. Se trataba de un V8 de 2.9 litros con 478 caballos de potencia.

Tal fue el empeño de Ferrari por sacar el máximo partido posible al F40 que de su interior se eliminó cualquier tipo de guarnecido, mientras que para las ventanillas se usaron unas correderas de plexiglás que tuvieron que ser sustituidas por unas convencionales por petición de los clientes. También se llegó al extremo de usar una cuerda como tirador para abrir las puertas, además de eliminar el equipo de sonido. También es curioso que en cada una de las 1.315 unidades fabricadas se usó la menor cantidad posible de pintura -tan sólo dos kilos- para ahorrar peso. En definitiva, un coche de otro tiempo que marcó una época. Y qué bien luciría hoy en día.