Europa gana otro eléctrico: el Renault Twingo se fabricará en Eslovaquia, no en China

Renault va a darle una nueva vida a su fábrica de Novo Mesto, en Eslovaquia, muy afectada tras el cese de producción del actual Renault Twingo –este mismo mes de junio de 2024– y su hermano mellizo, el Smart ForFour –que cesó en enero de 2022–. Ahora fabrica el Clio, pero en una cuantía muy pequeña, ya que la producción principal del urbano de Renault se realiza en Turquía, por lo cual las versiones Esprit Alpine lucen una bonita bandera francesa...

La marca del rombo ha firmado un compromiso con el gobierno eslovaco para producir el Twingo en la fábrica de Novo Mesto, muy bien situada para fabricar este coche al ser una experta en eléctricos, pero que tenía una competencia feroz: China, donde Renault había planificado localizar la producción de este modelo como ya lo hace con el Dacia Spring. Finalmente, se ha impuesto la razón, y si hablamos de un coche ecológico, lo lógico es fabricarlo cerca de donde se va a vender, evitando un costoso viaje –en precio y en emisiones al medio ambiente– desde la otra parte del mundo. Lo sorprendente es que Renault va a instalar una capacidad productiva de casi 250.000 unidades al año, una cifra que está por encima de las ventas previstas para el coche francés, que podrían rondar, en el mejor de los casos, las 100.000 unidades. 

Es obvio que Renault sigue buscando un socio comercial tras fracasar sus conversaciones con el grupo Volkswagen para producir de forma conjunta este modelo. De no encontrarlo, ya que parece poco probable que otro grupo se sume al proyecto Twingo, el grupo francés podría fabricar sobre la base del Twingo un modelo de Dacia, el sustituto del Spring, que tendría un precio aún más competitivo que su hermano mellizo.

Renault quiere vender el Twingo desde 20.000 euros, cinco mil euros menos que el nuevo Renault, 5, y para lograr ese precio de salida tan económico –para un eléctrico– la marca ha acortado al máximo el desarrollo del coche, pasándolo de tres años del R5 a dos en el Twingo a base de utilizar componentes estándar presentes en la plataforma de Renault. Esto hará que en su amortización los costes de ingeniería se reduzcan de forma sensible, y con menos costes que amortizar el coche puede mejorar su precio. Los ‘recortes’ también llegan a la línea de producción, y es que la marca ha simplificado al máximo los procesos para tener un coche listo en diez horas –lo habitual en Europa son al menos 16 horas–, con una producción más barata y más ágil.

UN ‘MINI-RENAULT 5’

A nivel técnico se espera que el Twingo sea de tracción delantera y tenga una batería de litio, hierro y fosfatos –LFP– que permita un precio más accesible y recargas hasta el 100 % sin que la batería se deteriore. Renault sólo ha comunicado un dato: un consumo de 10 kWh cada 100 kilómetros, por debajo del líder actual, el Fiat 500, que homologa 13 kWh para la misma distancia. Lo que sí se ha filtrado es el interior, y es que el nuevo Twingo podría inspirarse en el original para ofrecer un tablero con una escueta instrumentación tras el volante –como el Twingo de 1992– una gran pantalla central multimedia. También están en estudio el techo de lona, colores arriesgados y hasta asientos reclinables hasta formar una cama.

¿ELÉCTRICOS RENAULT ‘MADE IN SPAIN’?

Las fábricas españolas de Renault todavía no han confirmado la producción de coches eléctricos de la marca y, tras la adjudicación del Twingo a Eslovaquia, el siguiente proyecto en aparecer será, probablemente, el crossover que lanzará Alpine. Se barajan dos escenarios: que recale en las fábricas francesas que están preparándose para producir los Renault 4 y Renault 5 y que ya fabrican los Mégane y Scénic E-Tech, o que este nuevo modelo sea añadido a la planta de Palencia, donde ahora se producen los Austral, Espace y Rafale, modelos con los que el nuevo Alpine compartiría algunos detalles técnicos, como suspensiones, dirección o sistemas de frenos. La solución dependerá del éxito del Renault 5, el Renault 4 y el futuro Nissan Micra eléctrico, ya adjudicados a Francia. Si estos coches triunfan como está previsto, los futuros modelos deberán buscar nueva fábrica, si no, será suficiente con la capacidad productiva francesa manteniendo las plantas españolas la producción de coches híbridos de altísima demanda actualmente. La solución… en los próximos dos años.