La 'EuroNCAP de las emisiones' cobra fuerza

Con el principal propósito de reducir los efectos nocivos en el medio ambiente de los gases que expulsa el 99% del parque móvil mundial, la nueva normativa de medición de emisiones y consumos WLTP entró en vigor el pasado mes. Este método ya no permite que las compañías de la industria automovilística realicen sus propias pruebas y controles en condiciones de laboratorio, pero todavía es mejorable.

“Durante la década de los 70, el programa NCAP revolucionó la seguridad de los vehículos al introducir un sistema independiente de evaluación en esta materia. Creemos que este método de eficacia probada, que sigue usandose con buenos resultados, podría tener el mismo impacto para impulsar la innovación en la fabricación de vehículos más limpios”, explica Massimo Fedeli, cofundador de AIR.

“Ahora es necesario que los fabricantes de vehículos hagan lo correcto y utilicen estas pruebas imparciales para competir por las emisiones más limpias mediante una clasificación más estricta” –de la A hasta la H–, concluye el directivo de la organización, que ya ha realizado testeos en más de 1.500 modelos distintos en todo el mundo y cuyos resultados pueden comprobarse en su página web.

Esta alianza garantiza que las pruebas serán siempre completamente incorruptibles, distanciándose de la industria automovilística para asegurar su veracidad y transparencia al público potencialmente consumidor. Además, su sistema de ensayos ha sido evaluado gratamente por distintos investigadores europeos que forman parte de su comité consultivo científico.

Uno de ellos es Xavier Querol, miembro del Instituto de Diágnostico Ambiental y Estudios del Agua y del CSIC, quien considera que “los sistemas de etiquetado de emisiones existentes no son una buena herramienta, en el caso del NOx, para distinguir los vehículos más contaminantes de los menos, ya que esta clasificación cubre una gama demasiado amplia de emisión de NOx en condiciones urbanas”.