Estrella su Ferrari 458 a 250 kilómetros/hora y sale ileso

Las imágenes hablan por sí mismas. El Ferrari 458 con los colores de McDonald's roza ligeramente la trasera de su rival y levanta su morro. La presión del aire rodando a casi 250 kilómetros por hora hace el resto y literalmente hace volar al deportivo italiano, que impacta contra las barreras de protección quedando completamente destrozado. Por suerte, Jim Booth no tarda en salir por su propio pie del habitáculo y a pesar del susto inicial, el piloto lucía ileso con algunas heridas leves.

Con este accidente a 250 kilómetros por hora queda claro una vez más la importancia de las vallas protectoras que separan el asfalto de los aficionados. Y es que en los últimos días hemos visto varios ejemplos de la importancia de este elemento, como en el accidente de NASCAR vivido en Daytona. Gracias a la implementación de vallas cada vez más robustas, fuertes y resistentes, se han podido salvar muchas vidas e incluso la de los propios pilotos.

Un accidente espantoso que también nos recuerda que el motorsport es peligroso. Ya lo dice el eslogan 'Motorsport is Dangerous' y es algo que no se puede olvidar. Seguro que Jim Booth lo recordará siempre, aunque tampoco dudamos que siga participando en los eventos de la Ferrari Challenge North America o en los del programa Ferrari Corse Clienti, de los que suele ser también habitual, porque el motorsport es tan peligroso como adictivo.