Hablamos con Sergio Vallejo: la "locura" de su primer Dakar, las 'condiciones' para volver... ¡y mucho más!

Aunque a buen seguro le queda todavía mucha cuerda en los rallies, podría decirse que el cambio de tercio ha llegado este año para Sergio Vallejo. Como bicampeón de España de Rallies y tras una temporada 2022 en la que sacó pocas veces a pasear al Porsche, tocaba afrontar un nuevo reto en la 45ª edición del Rally Dakar.

El 'lobo de Meira' ya había estado un par de veces en Arabia Saudí para comprobar de primera mano cómo funciona la carrera, así como obviamente su hermano Diego le ha podido contar todos los detalles de una prueba que siempre ofrece su dureza a los participantes, pero esta vez llegó el momento de hacerlo al volante –de un Century CR6–.

Ya en la primera etapa tuvo que pasar por el mal trago de ver destrozado el coche de su hermano y Óscar Fuertes tras un feo accidente, pero lo que vendría a posteriori da para hacer varias películas: averías, un 'casi atropello', quedar abandonados en una olla… Sergio lo ha contado todo en una entrevista concedida a esta cabecera.

Pregunta: Buenos días, Sergio. ¿Qué tal estos primeros días tras el Dakar?

Sergio Vallejo: "Buenos días. Muy bien. La verdad es que físicamente bastante bien, pero psicológicamente hay que ordenar ahora un poco las cosas. Tuvimos pequeños detalles que nos condicionaron mucho, pero también aprendimos mucho".

P: Físicamente muy bien… a pesar de que el Dakar es muy duro para el físico.

SV: "La verdad es que me encontré muy bien. Tenía un poco esa duda, pero físicamente muy bien. Nosotros dormíamos en tienda y se hace un poco más duro. También hay muchas compresiones y tuvimos alguna un poco fuerte para la espalda, pero tampoco arriesgamos mucho".

P: Ya estuviste en el pasado en Arabia Saudí antes de ir como piloto, además de que tu hermano Diego te habrá contado mil 'batallas', pero… ¿ha sido más duro de lo que esperabas?

SV: "Sí, estuve allí y lo vi de cerca, pero no es lo mismo que estar en la pista. Me lo esperaba muy duro, pero este año creo que fue más duro si cabe. Si no tienes problemas y el coche va perfecto, se hace más llevadero, pero tuvimos problemas el primer día y tuvimos que salir desde muy atrás a partir de ahí. Esto condiciona mucho, sobre todo cuando llegábamos a las dunas, porque la arena estaba muy batida. Salir entre los 40 primeros es otra carrera a cuando sales atrás".

P: El tráfico debido a ese orden de salida también condiciona mucho, ¿no?

SV: "Es una locura, no te puedes hacer una idea. Salir detrás de todos... los 'side by side' tienen un ritmo diferente para subir las dunas, ya que con mucha menos velocidad consiguen subir y si hay alguno cerca, te condiciona. Ha habido muchas situaciones de no poder hacer lo que pedía la conducción por el tráfico".

P: Primera etapa y primer día durísimo. ¿Qué se siente al ver el coche de tu hermano accidentado?

SV: "Justo antes de salir ya vi a gente del equipo con el teléfono satélite y ya supe que pasaba algo. Faltaba un minuto para salir y desde el equipo me dijeron que estaban bien, pero estaban parados. Cuando nos los encontramos, vi a Diego, que estaba perfecto, y se habían llevado a Óscar. No había posibilidad de intentar reparar el coche, así que continuamos. Empezar así te incomoda un poco".

P: Después de eso llegaron varios pinchazos y también os quedasteis encallados en una olla, así que acabasteis de noche. Ya sabemos que los lobos salen de noche, pero la noche del Dakar es muy dura. ¿Qué le pareció esta aventura al 'lobo de Meira'?

SV: "En aquella olla tardamos unas tres horas o algo así... ¡para recorrer 500 metros! Al final conseguimos salir con las planchas, pero ya no había luz y pilotar en las dunas de noche y sin visibilidad es complicado. Claro, a partir de ahí empezamos a tener un orden de salida complicado, así que era difícil".

P: Todo un bicampeón de España, acostumbrado a ir 'a saco' casi en cada curva, ¿cómo lleva eso de tener que bajar el ritmo casi de forma obligada en el Dakar?

SV: "Es automovilismo, pero es otra cosa en cuanto a conducción. Se trata de entender el margen que tienes que dejar donde no ves y hay que ir siempre en guardia. Al principio estás acostumbrado a tener las notas en cada curva, pero de eso te puedes olvidar. Hay algunos peligros que no están marcados –en el 'roadbook'– y hay otros que están marcados y no son para tanto. En las dunas concretamente, se hace muy difícil por el tráfico y también por tener la arena tan batida. Nosotros teníamos que ir por fuera de las trazas y buscar trazas nuevas para ir lo más rápido posible".

P: A la hora de buscar nuevas trazas, ¿puede llegar a ser contraproducente por hacer más metros o merece la pena?

SV: "Haces más distancia y tienes la tensión de recuperar el rumbo bien, porque debes tener un dibujo en tu mente para recuperar el rumbo correcto; pero, aunque hagas el doble de distancia, lo haces el doble de rápido. No tiene nada que ver salir delante con salir tan atrás, es otra carrera".

P: A partir de ahí, todo tipo de aventuras: desde averías mecánicas de todos los colores hasta un 'casi atropello' por parte de un camión. ¿Qué pasó aquel día?

SV: "Sí, esto ocurrió en el cuarto día. Yo pensé que nos estaban poniendo a prueba o algo. Nos quedamos prácticamente sin frenos en el primer kilómetro y continuamos como podíamos, pero llegamos a una zona muy estrecha, llena de rocas, y empezó a fallar el motor. Buscamos un sitio –para parar– y pasaron algunos vehículos, pero luego llegó un camión que se metió por donde estaba mi coche; tenía dos ruedas por encima del 'muro' digamos, pero con una rueda trasera le dio a mi coche y rompió las fibras traseras. Ni se paró. Allí estuvimos una hora hasta que arrancó y más adelante me quedé sin dirección, así que otra vez a parar. Fue un desastre... y suerte que no pasó nada".

P: Se habla mucho del 'espíritu dakariano' y el compañerismo entre participantes. Vosotros tuvisteis buenas intenciones, por ejemplo, en el accidente de Laia Sanz, pero al final vuestro Dakar llegó a su fin porque otros competidores os dejaron tirados. ¿Puedes explicar lo que pasó?

SV: "Nosotros decimos mucho una frase de humor: 'todo el mundo va a lo suyo menos yo, que voy a lo mío'. Aquí pasa igual. Si conoces a alguien o eres del mismo equipo, es normal que te pares; si es otro equipo, no se para nadie. Por ejemplo, el primer día, cuando estábamos en la olla, pasaron un montón de camiones y no se paró nadie".

SV: "Lo que pasó este día es que íbamos detrás de un francés con el que ya habíamos coincidido en dunas un par de días antes y vi que podía ser un buen 'fusible'. Podía ver sus trazas y cómo coronaba las dunas, lo cual te dice si es muy cortada o no. Nos pusimos detrás de él, pero fue un error, porque justo al coronar una duna había un SSV parado y al esquivarlo nos fuimos a la olla. Allí había ya tres coches y hubo que tirar de planchas. Estaban todos muy nerviosos e incluso le dieron un golpe a mi coche dando marcha atrás".

SV: "Era cuestión de organizarse. Hay que poner las planchas de todos para que salga el primero, luego el segundo, etc. Al primero, que era un chino –Po Tian y su copiloto, Du Xuanyi–, lo sacamos bastante rápido, pero luego el francés, cuando subió arriba, cogió sus planchas y se fue. Al chino le tuve que insistir yo para que se fuera, porque él seguía en carrera, pero el francés se fue sin más. Ya vi que nadie nos iba a ayudar y allí nos quedamos Mario y yo solos, con nuestras planchas. Nos costó un montón de tiempo salir y cuando lo conseguimos era casi de noche, así que no tenía sentido seguir –recordemos que todo esto ocurrió al inicio de la especial–. Había allí un coche de la organización y nos dijo que de noche no debíamos hacerlo, porque además no íbamos a llegar a tiempo al control de paso, así que estábamos fuera de carrera".

P: En aquel momento dijiste que no sabías si volverías al Dakar. Han pasado ya casi dos semanas… ¿Suficiente como para tener una opinión diferente o aún estás en proceso de 'digerirlo'?

SV: "Todavía estamos en ese proceso. La participación de este año la cerramos muy tarde, fuimos contra el reloj y las cosas no estaban como me gustaría. En las mismas condiciones, ya te digo que no. Ahora que tenemos tiempo, si podemos... ya no digo arriesgar, pero al menos no estar con esa sensación de no poder tener un accidente o romper el coche... Todo dependerá de eso".

P: ¿Te llama la atención alguna otra categoría del Dakar?

SV: "Los T3 son ideales para algunos terrenos, pero si entraba agua en mi coche en algunos vadeos, no me quiero imaginar en uno de estos. Luego, además, hace mucho frío en los enlaces, así que esto no me atrae mucho. Lo ideal sería un T1+, es el coche con el que hay que correr el Dakar, pero está el tema del presupuesto".

P: En cualquier caso, ¿el futuro pasa por los rally-raids? En alguna ocasión te hemos visto correr alguna prueba en España, como la Baja TT Dehesa Extremadura. Si no es el Dakar, ¿habrá más pruebas de estas por aquí?

SV: "No creo. Me atrae el Dakar, pero hacer un Campeonato de España o algo así no creo. Nada que no sea el Dakar... no sé, igual algún rally, pero poco más".

P: Hablemos un poco del futuro cercano también. ¿Se puede contar algo del programa de 2023?

SV: "De momento no tenemos nada preparado ni nada serio en cuanto a seguir un campeonato. Además, si tenemos en cuenta que ganamos el campeonato en 2014, han pasado unos años y el Porsche ya no es tan competitivo".

P: El año pasado sólo saliste de Galicia para hacer de coche cero en el homenaje a Antonio Boto en el Rally de Asturias Histórico. ¿Habrá más salidas por España este año?

SV: "Sí, salimos de cero allí y fue muy bonito el homenaje. Para este año de momento no tenemos nada planeado y si hacemos algo, será parecido al año pasado. Serán cosas puntuales y podría ser en Galicia o fuera".

P: Han pasado ya más de tres años de la última participación en tierra. ¿Hay algún rally de tierra en mente, aunque sea a modo de homenaje?

SV: "La verdad es que no me lo he planteado, aunque sí me apetecería y estaría encantado de hacer algo. Me gustaría hacer algo con un R5, pero es un deporte que cuesta dinero, ya sabes".