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Los eléctricos mandan en Goodwood

17/07/2018 11:24

El Festival de la Velocidad de Goodwood es la mayor exhibición de vehículos de competición y de 'supercar', un repaso a la historia de los automóviles más prestigiosos cuyo evento central es la 'Hill Climb', la 'Subida a la Colina', una pequeña carrera en una cuestecilla que no alcanza los dos kilómetros de longitud.

Nadie pensaba que el domingo, este lugar sagrado para los fanáticos y entusiastas del automóvil, fuera a certificar la mayoría de edad de los automóviles eléctricos. Y precisamente en el 25 aniversario del evento. Un evento que a priori revisa el pasado, pero que en esta ocasión se ha hecho acreedor de visión de futuro.

Que ganara el Volkswagen I.D. R, el coche eléctrico que ha pulverizado el récord del Pikes Peak entraba quizás dentro de lo lógico, especialmente después de que Porsche 'declinó' poner a prueba el 919 Hybrid que batió el récord de Nürburgring y simplemente subió tranquilamente a la colina en plan exhibición.  Quizás una decisión de grupo para poner en énfasis en el ID R.

Romain Dumas se impuso con un crono de 43"86, aunque en el reconocimiento del sábado había sido más rápido, con 43"05. El crono oficial de Dumas ha sido además el tercero más rápido de la historia. El récord de Nick Heidfeld, con un McLaren MP4/13 –41"60– sigue en pie, pero los numerosos F1 que se exhibieron en la 'Hill Climb' no pudieron intentar mejorarlo: por razones de seguridad ya no son cronometrados.

Pero la sorpresa llegó de la mano de Peter Dumbreck, un excelente especialista en resistencia que sobrevivió a un alucinante vuelo en la recta de Les Hunnaudires en 1999 con el Mercedes CLR GT1 que obligó a la marca a retirarse de la carrera porque a Mark Webber le sucedió lo mismo.

Dumnreck llevó al segundo puesto un supercar, el Nio EP9 Hypercar eléctrico y muy cerca estuvo de sorprender a Dumas en la subida oficial, no en vano marcó 44"61, el quinto crono en la historia de la prueba. Más pesado que el Volkswagen, más limitado en aerodinámica y suspensiones puesto que es un coche matriculable, no de competición pura, pero también duplicándolo en potencia con sus 1.360 caballos. El Nio batió el pasado año el récord de Nürburgring para vehículos de producción.

El primer vehículo 'convencional', el BMW E36 con motor Judd V8 de Jorg Weidinger, llegó a la cima en 46"43. Siguieron Mike Skinner con un Toyota Tundra de la NASCAR –48"25– y Billy Monger –48"31–, que subió con el F3 que utiliza en el campeonato británico de la categoría.

Así, sin quererlo, el coche eléctrico se puso de largo en Goodwood. Algo que a muchos no ha pasado desapercibido.

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