CAPA llega a las autoescuelas de Madrid: más suspensos, menos exámenes
CAPA es el acrónimo de Capacidad de las Pruebas de Actitud, el nuevo criterio que a partir del 2 de septiembre regirá cuántos alumnos puede presentar cada autoescuela al examen práctico de conducir. Entrará en vigor en la Comunidad de Madrid y ya está en marcha en las provincias de Bilbao, Sevilla, Vizcaya y Zaragoza.
Esto implica que cada centro podrá presentar un número determinado de aspirantes al examen en función de su tasa de aprobados en el primer intento durante el último trimestre. A más aprobados, más plazas. A más suspensos, menos.
El objetivo de la DGT es mejorar la eficiencia del proceso de obtención del permiso de conducción en un esfuerzo por incentivar aquellas autoescuelas con mejores resultados.
Desde la Confederación Nacional de Autoescuelas muestran su rechazo a esta medida, que entienden que tan sólo quiere "pasarle a las autoescuelas y los ciudadanos el problema de la falta de funcionarios examinadores”.
Existe el temor de que el sistema CAPA suponga una amenaza a la supervivencia de las autoescuelas más pequeñas, que podrían ver reducido el número de prácticas e incluso de alumnos si estos tienen que esperar demasiado tiempo para subir a examen.
Telemadrid se ha hecho eco en su reportaje de una autoescuela que ha visto reducidas sus plazas de examen de 24 a tan sólo 3, un ejemplo de lo que el nuevo modelo puede suponer para aquellos centros con más suspensos.
Éste no es el único cambio que la DGT prevé para el examen de conducir. Después del verano se espera que entre en vigor una nueva normativa que obligará a realizar ocho horas de clases presenciales para presentarse al examen teórico. También habrá nuevos tiempos de espera para el práctico, con un margen de 15 días tras el primer suspenso y de 30 jornadas tras el segundo y tercer fallos. A partir del cuarto serán 20 días.
