El Rally de Montecarlo también adopta las chicanes

Un lugar coincidente con un cruce donde se mezclan alta velocidad con juegos de peralte y cambios de pendiente, fácilmente identificable porque el Ayuntamiento de Réotier lo señaló con un cartel indicativo, un panel de las dimensiones de una señal indicadora de tráfico: "Aquí es donde se salió el campeón del mundo Ott Tänak".

La chicane tiene como objetivo ralentizar la velocidad de los pilotos al obligarles a una fuerte frenada y se instaló ya antes de los reconocimientos para que los pilotos pudieran tomar buena nota del osbtáculo.

Ahí tiene lugar una 'compresión' de la suspensión –debido a los peraltes y cambios de pendiente– que envió el Hyundai del estonio a 'pastar'. Éste era precisamente uno de los problemas que existía en Eau Rouge, la famosa curva de Spa-Francorchamps, cuyo trazado se suavizó y la vaguada se modificó precisamente para evitar el tope de suspensiones y que el coche pueda tocar con la panza en el suelo. También se usaron en otros lugares incluso chicanes artificiales –¿recuerdan la del GP de España en Barcelona hecha con neumáticos?–.

No es la primera vez, obviamente, que se instalan chicanes en un tramo. Pero parecían reservadas a algunos casos característicos, como las superespeciales urbanas, a Gran Bretaña o a los años dorados del Rally RACC, en los tramos 'mickey mouse' de la primera etapa, trazados en parques o circuitos permanentes. Ahora parece que van tomando cuerpo como elemento de seguridad.

En Finlandia, sin ir más lejos, se han instalado en algún punto para evitar la elevada velocidad de algunos tramos y algún disgusto. Pero parece que pueden emplearse cada vez más.