El Nissan Patrol 'Fanta Limón' vuelve a Dakar, como en el 87

En el año 2014, un equipo de mecánicos de Nissan Barcelona encontró por internet el Patrol 'Fanta Limón' con el Miguel Prieto y Ramón Termens participaron –como piloto y copiloto respectivamente– en el rally raid París Dakar en el año 1987. Tras terminar la dura prueba, el heroico todoterreno había sido donado a la colección personal de Salvador Claret e incorporado a su museo al sur de Girona donde permaneció durante casi tres décadas en el mismo estado que terminó la prueba africana.

Los ingenieros del centro técnico de Nissan decidieron entonces comprarlo y recomponer uno de los modelos más importantes de la historia de la marca en el Dakar para devolverlo a su estado original. Tras dos años de arduo trabajo en el taller al acabar la jornada de laboral y durante los fines de semana el prototipo del año 1987 se encuentra perfectamente restaurado.

El eje delantero estaba bastante dañado, pero lo peor fue el sistema eléctrico, que había sido atacado por ratas

"El motor estaba en pésimo estado. Era imposible comenzar y muchas piezas estaban fuertemente oxidadas. El eje delantero estaba bastante dañado, pero lo peor fue el sistema eléctrico, que había sido atacado por ratas", ha declarado Juan Villegas, uno de los restauradores del proyecto.

El equipo de restauración tuvo acceso a los dibujos y manuales originales utilizados por Nissan Motorsport para su viaje por África hace casi 30 años. A pesar de que en su época no alcanzó el anhelado podio en la general –quedó en novena posición–, el resultado no fue nada malo ya que fue el primer coche Diesel en terminar y predijo que gasóleo tendrían un papel más destacado en el futuro, como así fue.

Fanta Limón dio nombre a aquel Nissan Patrol de 1987 a través del patrocinio fruto de las conexiones entre la fábrica de Barcelona y la marca de refrescos Coca Cola, y dos unidades, el 211 y el 212, cruzaron la línea de salida el 1 de enero de 1987 junto a otros 310 vehículos, pero sólo el coche 211, pilotado por Miguel Prieto, logró recorrer los 13.000 kilómetros que separan la capital francesa de Dakar y atravesó Europa, Argelia, Níger, Malí, Mauritania y Senegal. La unidad con el dorsal 212 pilotado por los hermanos Jorge y Hansi Babler se vio obligado a retirarse tras rodar por una duna y acabó en paradero desconocido.

Ambos modelos contaban con la mecánica turbodiésel de 2.8 litros y cuatro cilindros con 146 caballos de potencia, los cuales fueron suficientes para impulsar sus 1.600 kilos a 150 kilómetros/hora por las dunas del Sahara en 1987 y devolverlo a la vida para surcarlas de nuevo.