El McLaren P1 de Hamilton

Ser piloto de Fórmula 1 también tiene sus ventajas fuera de la pista. A la fama y el glamour de ser uno de los elegidos se suma el disponer del último superdeportivo para tus desplazamientos diarios. Bien lo sabe el piloto inglés que ya tiene las llaves del McLaren de calle más rápido fabricado en Woking.

Pese a abandonar un par de temporadas del equipo McLaren-Mercedes, no ha dudado en hacerse con el P1, pese a estar fabricado por su exequipo y con la publicidad extra que supone que Hamilton lo conduzca. Pequeñas ironías de la vida…

No ha dudado en hacerse con el McLaren P1, pese a estar fabricado por su exequipo y además de la publicidad extra que supone que el británico lo conduzca. Pequeñas ironías de la vida… Los chicos de McLaren no han dejado pasar la oportunidad y han dedicado unas palabras desde las redes sociales a su expiloto. "¡Nos encanta saber comprobar que todavía te gustan los McLaren, viejo amigo!" se puede leer en la cuenta de Twitter de la escudería.

Entre las posibles razones de la elección de la elección de Lewis están un chasis y carrocería fabricada en fibras compuestas superligeras, el motor 3.8 V8 biturbo que junto al motor eléctrico suman 916 caballos y 900 Newton-metro de par, la aerodinámica activa con DRS incluido o la exclusividad de sólo 375 unidades fabricadas…

Su aceleración es temible, de 0 a 200 kilómetros/hora es casi tan rápido con un F1 actual

Existen coches rápidos, muy rápidos y luego un selecto  y escaso grupo de elegidos, lo más de lo más de cada fabricante de superdeportivos. El McLaren P1 es uno de ellos, valga como ejemplo algunos datos. Es capaz de alcanzar los 385 kilómetros/hora aunque está limitado a 350, más que suficiente hasta para la mejor autopista alemana. Su aceleración es temible, de 0 a 200 es casi tan rápido con un F1 actual (7 segundos frente a unos 6) y alcanza los 300 kilómetros/hora desde parado en sólo 17 segundos, nada menos que 5 segundos menos que el mítico McLaren F1 de calle. Para parar semejantes excesos, los frenos carbocerámicos, una vez calientes, emplean menos de 30 metros en detenerlo desde 100 kilómetros/hora.

Sólo queda saber si es tan excitante de pilotar que sus rivales directos como el LaFerrari o el Porsche 918 Spyder, pero para eso tendremos que preguntárselo a Hamilton…