El futuro del coche eléctrico: las baterías se abaratan más rápido de lo previsto

Los analistas de Goldman Sachs vaticinan que, a mediados de la década actual, los coches eléctricos serán mucho más baratos de fabricar –lo que debería traducirse en un precio de venta más competitivo–. Eso se deberá a que las baterías serán más asequibles y a que la producción alcanzará un volumen industrial, y la combinación de ambos factores permitirá que los fabricantes tengan beneficios incluso con los modelos más económicos –a diferencia de lo que ocurre actualmente con algunas marcas chinas, que operan en pérdidas–.

Que el precio de las baterías siga bajando es fundamental para garantizar el éxito del coche eléctrico. Los expertos identifican que el punto dulce, el punto de inflexión, está en 100 dólares por kilovatio hora. Goldman Sachs pronostica que se romperá esa barrera en 2025, cuando el precio se situará en 99 dólares. El kilovatio hora se abarata más rápido de lo previsto, porque este último informe implica un descenso del 40% respecto al coste de 2022 y mejora la previsión anterior, que era del 33%.

El mismo informe apunta a dos factores para comprender este abaratamiento: una reducción en los costes de los minerales y materiales necesarios para la producción de las baterías –a esto le atribuyen un 50% del ahorro– y nuevas tecnologías de batería que se introducirán al mercado en los próximos años.

“A medida que baje el precio de las baterías, Goldman Sachs Research estima que el mercado de los coches eléctricos podría alcanzar a mitad de esta década la paridad de costes sin necesidad de subsidios con los vehículos de combustión interna en coste total de propiedad”, reza el texto.

EVOLUCIÓN DE LA CUOTA DE MERCADO

El mismo informe de Goldman Sachs recoge tres escenarios distintos: uno más conservador, uno más ambicioso que pronostica una adopción masiva acelerada y un punto intermedio entre los dos.

En el peor escenario, el de la adopción más lenta, el coche eléctrico tendrá un 12% de cuota de mercado global en 2025, un 23% en 2030 y un 50% en 2040. En este último año, ya estarían en vigor restricciones como las de la Unión Europea, que entrarán en vigor en 2035.

El escenario intermedio los sitúa en un 17% en 2025, un 35% en 2030 y un 63% en 2040, mientras que el más ambicioso pronostica un crecimiento exponencial a partir de finales de década: 21% en 2025, 47% en 2030 y 86% en 2030.

Goldman Sachs cree que China es el país que se encuentra más cerca de una adopción masiva, dado que ahí el coste de estos vehículos es menor que en Europa.