Ebro, la marca española que renace con aroma chino y que revive la antigua fábrica de Nissan en Barcelona

La producción inicial será el Ebro SV700, un SUV, de cinco plazas, al que seguirá en breve el SV800, en este caso de siete plazas. Ambos contarán con variante térmica e híbrida.

La puesta en marcha de la cadena de montaje fue un acto emotivo, sin duda: se recupera una instalación industrial, se recuperan puestos de trabajo y se recupera una marca emblemática en el panorama español. Pero sobre todo fue un acto de futuro. Más que la presencia del ministro de industria, Jordi Hereu; del presidente de la Generalitat, Salvador Illa; y por supuesto de los dirigentes de Ebro, me gustaría resaltar dos cosas: la presencia del embajador de China, Yao Jing; del máximo responsable de Chery Automobile, su presidente Tongyue Yin; Guibin Zhang, Presidente de Chery International, y además, la presencia de destacados miembros de la Asamblea Popular de China, encabezados por su presidente, Zaho Leji. Estos están haciendo un periplo por algunas capitales europeas y entre Lisboa y Madrid pasaron por Barcelona para este acto y una reunión posterior con altos cargos de la Generalitat.

La presencia de una delegación china de tan alto nivel en un momento donde China y Europa negocian para que la 'guerra de aranceles' no vaya a más y en el que las marcas chinas tiene la intención de producir en Europa, no es algo que pueda considerarse anecdótico.

"La marca Ebro tiene profundas raíces culturales y un significado histórico en España. Chery y Ebro unen sus manos para poner en común las fortalezas de las empresas de ambos países y se han comprometido a transformar la marca Ebro en la principal marca nacional de automóviles de España. Adhiriéndose al concepto de 'en España para España, en Europa para Europa', las dos partes tienen como objetivo lograr un desarrollo sostenible a través del desarrollo conjunto y la promoción de nuevas tecnologías de energía verde", dijo Tongyue Yin.

"Gracias a la colaboración entre instituciones, sindicatos, inversores, y a nuestro socio y líder en automoción Chery, estamos dando vida a una nueva generación de vehículos que combina legado histórico e innovación", dijo Rafael Ruiz, presidente de EV Motors, la matriz de la marca Ebro.

No nos olvidemos, Chery está detrás de este proyecto. En estas mismas líneas está previsto producir el Omoda 5 eléctrico con destino al mercado europeo. Y los coches, al menos los primeros Ebro, se montarán con piezas llegadas de China… un poco al estilo de lo que DR está haciendo en Italia, aunque con mayores ambiciones.

Es una apuesta importante en unos momentos delicados para la industria europea del automóvil, para las marcas europeas. Permitirá a Chery estar en posición de lanzarse a por el mercado eléctrico europeo cuando éste comience su auténtica maduración. Hoy por hoy, las marcas chinas llevan ventaja tecnológica en el automóvil eléctrico.

De momento la fábrica trabaja a ritmo de turno y medio, con 44 coches por turno. En esta primera fase los vehículos llegan semi ensamblados desde China y en Zona Franca se hace el montaje final. Más adelante las líneas de montaje se ocuparán de todo el montaje con piezas llegadas desde China mayoritariamente; lo que se denomina CKD.

La idea es fabricar unos 1.400 coches de aquí a final de año y ampliar la cadencia para superar los 20.000 vehículos el año próximo y alcanzar incluso los 30.000… sin olvidar que se puede introducir un tercer modelo más pequeño, el S400. Todo ello para aumentar hasta las 130.000 unidades en 2029 ya con la producción de modelos del Grupo Chery.