Dodge Challenger SRT Demon: Highway to Hell

La potencia final desvelada, 819 caballos con carburante convencional, o los datos de aceleración que exhibe son sólo la punta del iceberg de un vehículo en el que se ha cuidado hasta el más pequeño detalle para lograr su objetivo: que la cabeza demoníaca que adorna los laterales y el espacio entre las esferas del cuadro de instrumentos sea temida en las drag racers.

En el apartado mecánico, se han mejorado varios apartados del V8 HEMI de 6.2 litros para lograr la mayor potencia nunca conseguida en un motor de este tipo de serie. Punto clave en este aspecto es la introducción de un compresor de mayor tamaño que ha obligado a montar una entrada de aire de dimensiones poco habituales en el capó y el sistema SRT Power Chiller, que alivia el calor del V8 y de la transmisión con la ayuda del aire acondicionado. Poco habitual es, asimismo, la existencia de dos llaves de contacto según queramos contar con 'sólo' 507 caballos o con toda la caballería disponible bajo el pie derecho.

Pero de poco serviría esta descomunal potencia si no se pudiera transmitir de forma eficiente al asfalto. Así, el Demon monta un Lauch Control que recurre a un sistema Transbrake para evitar perder décimas de segundo. En pocas palabras,permite acelerar sin tener que mantener el freno pisado y así liberar todo el par cuando el piloto acciona la leva correspondiente del cambio secuencial de ocho relaciones. El conjunto se redondea con cuatro neumáticos de descomunal e igual tamaño –315/40 R18– por si es necesario intercambiarlos en plena jornada de carreras y que otorgan a este Dodge el honor de ser el primer coche de producción capaz de hacer 'caballitos'.

Como coche de competición que es, se sirve con una severa cura de adelgazamiento que le hace prescindir de elementos 'supérfluos' como los asientos traseros y de acompañante, cubierta del maletero, sistema de sonido, aunque pueden montarse opcionalmente por el precio simbólico de un dólar. A lo que seguro que ninguno de sus propietarios renunciará es a la completa caja de herramientas que incluye y que es el guiño final a su radical enfoque.