Daihatsu suspende sus ventas por manipulación en los test de seguridad

Soichiro Okudaira, presidente de Daihatsu, ha admitido el escándalo y ha declarado que la responsabilidad es de la gestión de la marca "que ha traicionado la confianza que habían depositado en ella los clientes. Nuestra mala conducta es equivalente al menosprecio".

La marca japonesa, dependiente de Toyota, ha indicado que la suspensión es por tiempo indeterminado. La decisión se ha tomado tras una inspección del ministerio de transportes japonés y obviamente tendrá pesadas consecuencias en la cuenta de resultados de Daihatsu y Toyota.

Hiroki Nakajima, vicepresidente de Toyota, ha presentado asimismo las excusas del grupo y ha admitido que como miembros del ‘consejo de administración’ "tenemos la responsabilidad de no haber supervisado adecuadamente" lo que sucedía.

Toyota ya ha anunciado una profunda revisión y reorganización de la marca. No será sólo métodos de producción, sino que se da por sentado que ‘rodarán cabezas’

Dahiatsu es la marca líder del mercado de los ‘kei cars’, los pequeños coches que son el segmento más vendido en Japón. El pasado año produjo más de 1.700.000 vehículos.

En abril de este mismo año se encontraron algunas anomalías y la marca decidió una investigación confiada a una agencia independiente.

El ministerio de transporte ha cifrado en 174 el total de test de seguridad manipulados, que interesan a seis modelos actuales, de los que sólo este año se han matriculado 88.000 vehículos; al parecer la irregularidad se da en los test de choque frontal.  Pero las irregularidades vienen de lejos, desde 1989, e interesan a un total de 25 categorías de test.

El escándalo puede tener proporciones superiores al famoso ‘diéselgate’, que tanto a afectado principalmente a marcas alemanes.

En los test NCAP, los modelos Terios (2008), Cuore (2008), Materia (2007) y  Sirion (2005), lograron 4 estrellas mientras que el Sirion del 2000 sólo obtuvo tres.