Curiosidad

Un conductor se queda atrapado 500 kilómetros en su coche al fallarle el control de crucero

09/12/2022 11:05

Un conductor se vio obligado a recorrer 500 kilómetros hasta quedarse sin gasolina porque le había fallado el control de crucero y los frenos de su coche no funcionaban. Esta historia tan pintoresca, que incluyó una escolta policial para evitar males mayores, ocurrió en las cercanías de la ciudad de Zhuzhou, en China.

El control de crucero es una asistencia a la conducción que permite que el vehículo mantenga una velocidad constante sin necesidad de pisar el pedal del acelerador. Es especialmente útil en viajes por autopista, donde el conductor puede establecer una velocidad predeterminada para que el coche la sostenga en todo momento.

Esta tecnología se desactiva automáticamente cuando se acciona el pedal del freno, de ahí que sea muy fácil recuperar el control del coche cuando la situación lo requiere. El protagonista de esta historia, sin embargo, se quedó atónito cuando descubrió que sus frenos no hacían nada. El coche seguía impasible y no había forma de bajar de los 100 kilómetros/hora.

El hombre en cuestión estaba al volante de un Haval H6, un SUV compacto fabricado en China por Great Wall Motor. Es uno de los vehículos más populares de todo el país en su segmento y cuenta entre otras con esta asistencia a la conducción. Es un fallo anecdótico, porque la viabilidad del control de crucero está demostrada y probada desde hace décadas.

Cuando vio que los frenos no hacían nada, nuestro protagonista optó por mantenerse en la autopista y llamar a los servicios de emergencias para alertarles de la situación. Estos rápidamente le fletaron un coche de policía, que le escoltó y le despejó el camino para evitar que chocara contra nadie. Afortunadamente, no topó con ningún atasco.

Mientras esto ocurría, la policía se puso en contacto con el fabricante del coche para informarle del fallo técnico y tratar de averiguar si había alguna reparación que podían hacer sobre la marcha. No obtuvieron ninguna respuesta que solucionase sus problemas, de modo que la única solución fue continuar por la carretera hasta que el coche se quedase sin gasolina.

Todo terminó 500 kilómetros después, cuando el Haval H6 se quedó sin combustible. No hubo daños personales ni materiales.