Compro tu coche: el timo del cartel en el parabrisas

El mercado de coches de segunda mano es muy activo, bien sea entre particulares o en concesionarios dedicados a la venta de estos coches, y tiene un gran número de transacciones al año. Bien porque la gente no se puede permitir un coche nuevo, bien porque quiere adquirir el coche deseado que nuevo le es inalcanzable.

Ahora bien, la publicidad de este tipo tenemos que decir que es ilegal en la práctica totalidad de ciudades españolas. Sin embargo, no se actúa contra ellas. Y normalmente, son las mismas personas con distintos números.

Si pretendes venderle tu coche, lo primero que harán es hacerte una oferta irrisoria, una media de un 60% por debajo del valor de mercado, y eso sin ver el coche. Para verlo, no se desplazarán a la localización de tu vehículo, sino que te citarán en lugares algo extraños: desde parkings públicos a naves industriales. ¿De verdad vas a acudir allí con tu coche sin saber nada de la otra parte?

Pero supongamos que acudes, que el comprador es más o menos fiable, y te compra el coche. Normalmente ellos lo revenderán, pero hasta que no lo hagan el coche se mantendrá a tu nombre, y ya sabes lo que eso implica: las ITV, el impuesto de circulación, o incluso si se utiliza, posibles multas de tráfico.

Porque detrás de estos panfletos se esconden personas con una actividad comercial no registrada, es decir, la venta de coches de segunda mano, pero ocultándose detrás de un particular, sin empresa ni nada por el estilo. Muchas veces se destinan a la exportación, donde un modelo viejo sigue teniendo acogida, sobre todo de determinadas marcas de alto nivel. Imagina si no se ha cambiado de nombre el coche, lo que te puede acarrear.

Obviamente, suelen aprovecharse de la necesidad de las personas por conseguir algo de dinero en tiempos de apremiante crisis. Se trata de una venta rápida, y ellos se encargan de todo lo demás. Pero ese “todo lo demás” es lo que más debe preocuparnos a nosotros en la venta de nuestro coche, porque nos puede acarrear muchos quebraderos de cabeza.

En algunas ocasiones, las menos, son empresas con cierta seriedad, pero que nunca van a pagar lo que vale el coche aprovechando la promesa de un pago inmediato. Y ojo, porque muchas veces ni siquiera existe un justificante de pago que luego podamos presentar para justificar la venta y el traspaso de la propiedad.

Lo curioso es que las autoridades no hagan nada con respecto a una actividad que se desarrolla pública y visiblemente todos los días. Como ocurre, guardando las distancias, con esas otras tarjetas que aparecen frecuentemente colgando de nuestras ventanas. En cierto modo, la actividad no es ilegal (la publicidad sí lo sería), así que es más Hacienda quien debe intervenir, porque como hemos dicho suele ser una actividad económica subterránea.

Cuidado también con algunos particulares vía páginas web. Muchas veces son los mismos de los carteles, o gente sin escrúpulos ni respeto a la legalidad vigente, que te pueden causar más quebraderos que alegrías, sea para vender como para comprar.

Así que lo mejor, lo recomendable, es acudir a un punto de compraventa de coches de segunda mano reconocido, con una sede física, con personal dedicado a la venta y/o compra de coches, y con un número de identificación fiscal en sus documentos. Es decir, gente seria. Gente que nos pagará un precio más justo, aunque nunca lo será del todo porque ellos deben tener un cierto margen de beneficio, pero que sobre todo hará las gestiones correctas y nos evitará problemas posteriores, que es lo peor que nos puede pasar si hacemos las cosas sin cumplir con todos los pasos y condiciones legales.

¿Nuestro consejo? Coge el papel de compro tu coche, y tíralo a la papelera más cercana. Será una acción inteligente.