¿Compraremos nuestros coches por internet?

Pero, ¿y si no tuviéramos que ir al concesionario? Y no nos referimos a la compra de vehículos del mercado de ocasión por medio de páginas de productos usados, o incluso aplicaciones de móvil. Queremos decir comprar un coche nuevo sin verlo físicamente ni probarlo. Simplemente por internet.

Eso es algo que ya ocurre. Tesla, por ejemplo, no tiene concesionarios, sino que posee tiendas de pequeñas dimensiones. El coche se encarga por internet: se pueden discutir detalles en la tienda y recoger el coche en su caso. Pero allí no verás ni una rueda. Esa línea la van a seguir en algunos lugares Hyundai y Citröen para su serie de lujo DS.

Este modelo de venta abocaría, obviamente, a la desaparición de los concesionarios y, sobre todo, del enorme stock de vehículos que se acumulan en ellos. Son coches ya fabricados, que están expuestos pero que no siempre encuentran salida incluso con el sistema de venta tradicional. Rara vez compramos el coche expuesto, ¿verdad? En el concesionario escogemos el coche y nos lo fabrican según nuestras peticiones. Y cuando las marcas quieren deshacerse del stock, hacen ofertas especiales.

Pero si el coche lo encargamos directamente a la marca, ésta ya tiene los datos del vehículo que queremos y el contrato cerrado. A partir de ahí, se fabrica y se lleva al concesionario que seleccionemos, y donde lo recogeríamos sin más.

No pensemos que es algo tan lejano. Además del ejemplo de Tesla, Seat puso a la venta por medio de Amazon varios modelos Mii by Mango en Francia. Fue tal la demanda, que hubo que ampliar el plazo y el número de vehículos ofertados. El sistema era sencillo: entrabas en la página web, encargabas el coche, y en 72 te lo llevaban a la puerta de casa. Sin concesionarios. Sin intermediaros. Vendieron 24 unidades con esta experiencia.

Las marcas son conscientes de esta realidad, y están en pleno proceso de inversión en herramientas digitales. El configurador del que hablábamos al principio, se queda corto. Hay que poder encargar el coche. Claro que, por otra parte, el mercado todavía no está preparado para este tipo de transacción en un producto tan específico. Igual que nadie compraría, de momento, una vivienda sin verla en persona, los conductores somos todavía muy propensos a la prueba del coche, a verlo, sentarnos en él, conocerlo lo más posible desde el contacto físico, para entonces poder comparar y decidir. Y es lógico, pues se trata de un desembolso de dinero bastante alto. Necesitamos saber que ese coche cumple nuestras expectativas. De ahí que un paso intermedio sea el que las marcas tengan uno o dos modelos de prueba, pero sin las grandes instalaciones de hoy en día.

Pero esto es un tipo de venta demasiado antigua. Pronto los concesionarios serán pequeñas y elegantes boutiques en el centro de la ciudad, en las que la marca desplegará su prestigio y recibirá al cliente interesado en un coche o que ya lo ha comprado y acude a cerrar la transacción, dándole el trato que hoy podemos encontrar en tiendas de ropa o complementos de alto nivel. Iremos allí tras haber elegido todo por internet. Por supuesto, tendremos ordenadores donde ver el coche, quizás alguna maqueta, y simuladores avanzados que nos permitirán tener un primer contacto con el automóvil. Y personal que sabrá vendernos o resolvernos nuestras dudas. Y así, desde una experiencia puramente digital, habremos comprado nuestro nuevo coche.

Es un futuro mucho más próximo de lo que parece, y es lógico en un mundo cada vez más digitalizado. Compramos libros, ropa, comida, electrodomésticos, y es algo que ya hacemos con total naturalidad. Pero tú, ¿comprarías tu coche por internet?.