Los coches eléctricos serán más baratos que los de combustión la próxima década

Uno de los grandes problemas que plantean los coches eléctricos hoy en día es su elevado precio respecto a los de combustión, una tendencia que cambiará con el paso de los años. Según un estudio llevado a cabo por la CNN, en 2040 más de la mitad de los vehículos que se vendan en el mundo serán eléctricos, concretamente un 57%. Esta escalada se deberá al progresivo descenso del coste de estos, algo directamente relacionado con el rápido desarrollo que se espera de la tecnología.

Hay que tener en cuenta que el coche eléctrico es un recién nacido con mucho margen de mejora, algo que incluso en esta temprana fase de su desarrollo ya se nota. No hace mucho que la autonomía que anunciaban la mayoría de los modelos era menos de la mitad que la de los actuales. Durante las próximas dos décadas, pasaremos a nivel mundial de unas ventas de dos millones de unidades a 56. De la misma forma, de los 85 millones de coches de combustión vendidos se pasará a 42. La balanza quedará equilibrada.

La clave de esta expansión de los coches eléctricos la encontramos en las baterías, cuyo precio ha de descender considerablemente. De hecho, el coste por kilovatio ha caído ya un 85% desde 2010. Por ello, se espera que más o menos a mediados de la próxima década los eléctricos sean ya más baratos que los vehículos de combustión, a lo que hay que sumar un menor coste en mantenimiento.

En esta misma senda se mueve un estudio de la Universidad de Sevilla publicado por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo en su revista 'Economía Industrial', que indica que cada 10% de rebaja en el coste de una batería significará un impulso del 15% a la hora de comprar coches eléctricos.

Otro de los factores clave para que los coches eléctricos se popularicen es el impulso de los puntos de recarga públicos. Este mismo estudio indica que con cada 10% de crecimiento en este sentido, las matriculaciones de eléctricos ascenderán un 3%. Esto es algo que debe notarse especialmente en países como España, uno de los europeos más retrasados en este campo, lo que deriva en que los coches eléctricos sólo tengan una cuota de mercado del 0,5%, mientras que en otros lugares como Noruega ésta es del 40%.