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Bueno, como nadie puso nada del cumpleaños del profesor, y este tópico parece no interesarle a nadie, pegaré un artículo de Planet F1 sobre la temporada 1986 de Prost.
En el cumpleaños número 66 de Alain Prost, únase a nosotros mientras recordamos lo que quizás fue el mayor de sus muchos triunfos.

Por supuesto, no hay una respuesta correcta a cuál ha sido la mejor temporada de F1 de la historia, pero puede estar seguro de que la campaña de 1986 será parte de la conversación.

Vio a cuatro verdaderos grandes del deporte enfrentarse en una batalla titánica por el título y, contra todo pronóstico, The Professor prevaleció.

Prost se encaminó a la temporada como el hombre a batir después de convertirse finalmente en Campeón del Mundo en 1985 tras estrechas y desgarradoras derrotas en los dos años anteriores.

Sin embargo, ningún hombre había defendido con éxito su corona desde Jack Brabham en 1960 y rápidamente quedó claro que el francés se enfrentaba a una ardua tarea para hacerlo.

En el calor húmedo y pesado de Río de Janeiro, tuvo la pesadilla de una primera ronda, calificando a su McLaren en P9 antes de retirarse de la carrera por una falla en el motor. Para empeorar las cosas, el Williams de Nelson Piquet ganó la carrera y el Lotus de Ayton Senna reclamó P2. Ambos coches parecían mucho más rápidos que el coche que Prost tenía a su disposición.

Sin embargo, consiguió la defensa del título en marcha dos carreras más tarde en Imola, exprimiendo hasta la última gota de potencial de su coche. Literalmente.

Después de comenzar en P4 detrás de Senna, Piquet y Nigel Mansell, rápidamente ganó un lugar gracias a un problema de motor para el británico antes de pasar a Senna con un movimiento agresivo.

Poco después, perdió la tercera posición ante su compañero de equipo, Keke Rosberg, y no tenía intención de volver a ponerse por delante. Con el remolque del finlandés, podía mantener el ritmo mientras ahorraba neumáticos y, lo que es más importante, combustible. Después de todo, en la misma carrera del año anterior, se arrastró sobre la línea corriendo en vacío para llevarse la victoria, pero luego fue descalificado.

Las malas paradas de Piquet y Rosberg le dieron a Prost el liderato y, con el combustible que ahorró, se perdió en la distancia. Sin embargo, parecía que la historia se repetiría cuando comenzó a reducir la velocidad a falta de tres curvas de la carrera, pero, de manera bastante brillante, se desvió hacia adelante y hacia atrás para obtener las últimas gotas en la camioneta y llegar al final.

Siguió ganando en Mónaco, por tercera vez consecutiva, en circunstancias mucho menos dramáticas, ya que comenzó desde la pole y dominó desde la primera vuelta hasta la última.

Las victorias consecutivas le habían dado el liderato en la clasificación pero, en el futuro, simplemente no tenía el auto para luchar por las victorias de manera regular y, siendo muy consciente de esto, priorizó mantener las cosas limpias.

"Lo que era muy importante era ganar carreras cuando el coche era competitivo y obtener la mayor cantidad de puntos cuando el coche no era competitivo", dijo al canal de YouTube de Goodwood.

Ejecutó su estrategia a la perfección, terminando en el podio en cuatro de las siguientes seis carreras e incluso tratando de empujar su auto a través de la línea en Alemania después de que se detuvo en la última vuelta.

Sin embargo, todo parecía ser en vano cuando un accidente en Hungría lo dejó fuera de carrera y lo dejó en la cuarta posición de la clasificación. Prost volvió a competir con la victoria en Austria antes de que sus posibilidades recibieran otro gran golpe en Monza, donde fue descalificado por cambiar de coche.

Con solo tres rondas restantes, siguió a los dos pilotos de Williams y tenía a Senna respirando en su cuello con mejor maquinaria.
En Portugal, el Lotus se retiró de la pelea por el título cuando, corriendo en P2 detrás de Mansell, Senna se quedó sin combustible en la última vuelta, entregando a Prost la posición. Luego, el francés volvió a terminar en el mismo lugar en México con uno de sus mejores discos.

"En México, Alain condujo una carrera realmente increíble", dijo el jefe de McLaren, Ron Dennis, citado por Motorsport Magazine.

“Siempre tuvimos mucha menos potencia que las Williams-Hondas, pero esta vez, para empeorar las cosas, estuvo en cinco cilindros durante la mitad de la carrera y no se atrevió a hacer una segunda parada con neumáticos por temor a perder el motor.

“En una pista muy abrasiva, tuvo que hacer dos sets que duraran toda la carrera: Mansell necesitaba tres y Piquet cuatro. Alain terminó por delante de los dos ".

Entró en la final de temporada en Australia un punto por delante de Piquet pero seis por detrás de Mansell, que solo necesitaba terminar P2. Lo que vino después fue una de las carreras más dramáticas de este deporte y posiblemente la mejor hora de Prost.

Como había sido el caso durante todo el año, lo mejor que pudo hacer en la clasificación fue reclamar la etiqueta de “lo mejor del resto” detrás de Mansell, Piquet y Senna. Al estar a más de un segundo de la pole, las posibilidades de que se convirtiera en un doble campeón del mundo parecían escasas. Aun así, se sentía bien.

"¡Decir ah! Tres chicos por delante de mí, ¡y todos se odian entre sí! " él dijo.

Las cosas salieron exactamente como esperaba al comienzo de la carrera, ya que, mientras los de delante se peleaban, se escapó de manera excelente y llegó a la P2 en la vuelta 23. Además, el hombre que lideraba la carrera era su compañero de equipo Rosberg, es decir, las órdenes del equipo. podría emitirse y él podría llevarse la victoria. Días felices.

Sin embargo, nueve vueltas después, Prost sufrió un pinchazo y tuvo que entrar en boxes. Con Mansell y Piquet planeando no entrar, se vio obligado a lanzar su habitual enfoque tranquilo y calculado por la ventana.

“Después de eso, todo lo que pude hacer fue presionar lo más fuerte posible. No había nada que perder, ni siquiera el segundo lugar me sirvió ”, recordó.

Empujó, y con poco menos de 20 vueltas para el final, había atrapado y pasado a Mansell cuando Rosberg se retiró con un pinchazo. Aun así, el británico corría cómodamente en P3 y parecía seguro de reclamar el título. Entonces ocurrió el desastre. El neumático de Mansell estalló y sus esperanzas de convertirse en Campeón del Mundo con él. Estaba fuera.

Todo lo que Prost tenía que hacer ahora era tomar la delantera de Piquet, y Williams no podría haberle facilitado las cosas. Temiendo que el brasileño sufriera la misma suerte que su otro piloto, lo llamaron. Lo dio todo en las últimas etapas, pero no pudo alcanzar al hombre de McLaren.

Prost cruzó la línea cuatro segundos por delante de Piquet y se alzó con el título con cuatro puntos más que él y dos más que Mansell.

Se había enfrentado a tres grandes de todos los tiempos, todos los cuales tenían mejores autos que él, y sin embargo los había vencido a todos.

Como ocurre con muchas cosas en la Fórmula 1, su logro se resume mejor en las palabras de Murray Walker, dichas cuando comenzó la carnicería tardía de la final, pero igualmente aplicable a la temporada en su conjunto.

"Si esto no es una sensación, me gustaría saber qué es".

Finley Crebolder