Cepsa convertirá el sur de España en el mayor productor de hidrógeno verde de Europa

Las dos nuevas instalaciones son las más grandes que se van a fabricar en Europa destinadas a este fin. Se prevé una inversión por parte de Cepsa de unos 3.000 millones de euros para llevar a cabo la obra.

La planta de Cádiz va a estar operativa en 2027 y se ubicará en el Parque Energético San Roque, mientras que la de Huelva, que entrará en funcionamiento un año antes –aunque no será hasta 2028 cuando alcance su plenitud– estará al lado del Parque Energético La Rábida. La capacidad de cada planta será de un gigavatio.

Para alimentar estas dos instalaciones hay que generar electricidad renovable que derive en la producción del hidrógeno verde. Para ello existe la previsión de desarrollar una serie de proyectos de 3 gigavatios de energía eólica y solar, algo que va a requerir una inyección extra de 2.000 millones de euros. En total se trata de una inversión de 5.000 millones de euros que se convierte desde ya mismo en la más grande destinada a un solo proyecto de la historia de Cepsa.

Maarten Wetselaar, CEO de Cepsa, ha declarado que "el Valle Andaluz del Hidrógeno Verde es un proyecto pionero que, con 2 gigavatios de capacidad, multiplica por diez el mayor iniciado en Europa hasta la fecha. Esta producción a gran escala será una contribución vital para la transición energética y la seguridad de abastecimiento del continente, produciendo energía sostenible en Europa y para Europa".

La construcción de estas dos nuevas plantas va a tener una serie de consecuencias en la región. Por ejemplo, los puertos de Huelva y Algeciras van a convertirse en una referencia mundial del hidrógeno verde, así como del suministro de nuevos combustibles sostenibles. Es más, Cepsa ya tiene un acuerdo con el puerto de Rotterdam para crear el primer corredor de hidrógeno verde destinado a unir norte y sur de Europa.

La capacidad de producción de hidrógeno verde anual será de 300.000 toneladas. A partir de ahí se van a producir biocombustibles avanzados cuya misión será alimentar el transporte terrestre pesado, el marítimo y la aviación. Se calcula que este proyecto evitará que se emitan unas seis millones de toneladas de CO2 al aire cada año.