Los detalles personalizados del Ferrari 812 Competizione de Carlos Sainz
Carlos Sainz está a las puertas de su tercera temporada como piloto oficial de Ferrari, pero hasta ahora sus únicos coches con el emblema del Cavallino Rampante eran los monoplazas que conduce en el circuito. Eso cambia a partir de hoy, porque el madrileño se ha convertido en el orgulloso propietario de un Ferrari 812 Competizione.
"Hoy es un día muy especial, porque es el día en el que por fin me van a entregar mi primer Ferrari. ¿Qué quiere decir? Que no sólo voy a ser piloto de Ferrari, sino que voy a ser uno de sus clientes", explica Carlos al inicio del vídeo, antes de acudir al concesionario para recoger su nuevo vehículo.
"Es un coche que me hace muchísima ilusión. Es el primer coche que me compro. Llevo ocho o nueve años en Fórmula 1 y como coche propio tengo el que me regalaron mis padres cuando tenía 18 años, que es un Golf. He decidido que por ser piloto de Ferrari me tenía que hacer mi primer regalo de verdad, que es el coche más bonito que he visto nunca. Es el coche que más me ha atraído como diseño".
El 812 Competizione es una edición limitada a 999 unidades del Ferrari 812 Superfast. Tiene un motor V12 atmosférico de 6.5 litros que entrega la friolera de 830 caballos de potencia. No es un V12 cualquiera, sino que es el 12 cilindros de producción más potente jamás creado por la casa italiana. Su precio se sitúa sobre unos 560.000 euros, aunque en función del grado de personalización puede encarecerse sensiblemente.
Sainz ha tenido este coche entre ceja y ceja desde hace más de un año. De hecho, él mismo publicó un vídeo en diciembre de 2021 de cómo fue el proceso de personalización con los diseñadores en las oficinas de Ferrari en Maranello. Al ser un proyecto Tailor Made, los plazos de entrega han sido especialmente largos para un Carlos que ha tenido que ser paciente.
El 812 Competizione de Sainz tiene dos detalles personalizados que hacen de éste un coche único: el número 55, que está presente en las alfombrillas del piloto y el acompañante como guiño evidente al dorsal con el que compite en Fórmula 1, y el apodo Smooth Operator, que aparece en el talonera de las puertas para identificar al propietario del coche.
El coche está acabado en una pintura exterior mate de tono grisáceo. Carlos explica que su intención inicial era escoger un color más oscuro, pero que cambió de parecer cuando vio que una opción más ‘clara’ le permitía resaltar mejor los volúmenes y detalles del diseño. Una sutil línea roja presente en el capó y en la zaga añade un punto de contraste.
