Carlos Sainz, ante el Dakar: "El Audi es aún más complejo tecnológicamente de lo que me esperaba"

Los responsables del proyecto están convencidos de que tienen entre manos una fórmula ganadora, pero no pierden de vista que están en una curva de aprendizaje. La tecnología motriz del RS Q e-tron es muy rompedora y eso significa que es difícil que todo salga bien a la primera. Es por esto que Sven Quandt, responsable del equipo, cree que "terminar el Dakar ya sería una victoria". El coche ha tenido un desarrollo de menos de un año y debutará en competición directamente en Arabia Saudí.

Estas circunstancias no pueden con la motivación de Carlos Sainz, que llega al proyecto de Audi Sport con 59 años y tres victorias bajo el brazo. Su actitud es realista: quiere ganar y cree que Audi puede hacerlo, pero sabe que el primer año siempre es difícil. Su preocupación no nace tanto de la falta de rendimiento, sino de la fiabilidad. Valora el trabajo que ha hecho el equipo para conseguir terminar a tiempo el RS Q e-tron y se muestra curioso por lo que encontrarán en el desierto.

"Hay que ser optimista antes del Dakar. Tienes que ir ahí con la actitud y las ganas de hacerlo lo mejor posible. Siempre piensas que puedes ganar, porque si no es difícil encontrar la motivación y la razón para esforzarte en todo", ha dicho el piloto español este lunes en la presentación internacional del equipo en Múnich, a la que ha acudido SoyMotor.com.

"Ha sido un trabajo muy duro por parte de todo el equipo para poder estar este año en la salida del Dakar con el tiempo que hemos tenido, con este coche. Sigo siendo moderadamente optimista, pero sabiendo que el primer año de un coche siempre es complicado, da igual qué coche sea. Si encima es un coche complejo, pues es doblemente complicado, pero nunca se sabe".

Sí reconoce que la tecnología del RS Q e-tron ha superado incluso sus propias expectativas.

"Sabía que era un proyecto complicado y difícil. Sobre el papel sabía que sería complicado, pero cuando hemos empezado a trabajar de verdad en el coche –he visto que– es todavía más complicado tecnológicamente de lo que yo me podría haber esperado o intuido antes de iniciar el proyecto. Eso le da aún más valor a que estemos en la salida del Dakar con el poco tiempo que hemos tenido".

La principal incógnita del RS Q e-tron es su software, porque su tren motriz requiere que muchos elementos actúen al unísono. Un motor de gasolina originario del DTM está conectado a un motor eléctrico de la Fórmula E, que actúa de generador para alimentar una batería de 50 kilovatios hora. De ella beben dos motores eléctricos, uno en cada eje, que son los responsables de la tracción y el movimiento del coche.

Carlos explica que el hardware del coche –suspensiones– no ha dado problemas hasta ahora y que las dudas están en la electrónica. El coche ya ha hecho más de 8.500 kilómetros en el marco de su programa de pruebas, aunque no hará ninguna carrera antes del Dakar. Debutará directamente ahí. Hasta el momento, su tirada más larga ha sido de más de 500 kilómetros, nos explican Sven Quandt y Stefan Dreyer. Sainz ha hecho una de 400. Harán un último shakedown antes del raid a modo de ensayo general.

"El hecho de ir a Ha’il era quitarte esa sensación de ‘estoy en la salida del primer tramo, pero ya he corrido’. Llegaremos al primer tramo sin haber competido nunca con este coche. Es una situación nueva. Le añade un cierto aliciente, porque los test son test, pero cuando te pones el casco y te dan la salida de un tramo, es diferente".

"Habrá un prólogo de unos 20 kilómetros y luego una etapa ya en condiciones, una etapa larga. La faena es que la etapa maratón empieza el segundo día y quizá nos llega demasiado pronto para nosotros. Baréin no va a ir a Ha’il y tampoco hará ninguna carrera antes. Toyota ha corrido este fin de semana una baja en Sudáfrica. Quizá el Toyota sea el coche que pueda estar más avanzado por lo que he visto, pero al final los dos coches son una continuidad. Mejora de suspensiones y de anchura del coche, y del recorrido y de las ruedas grandes, pero ojo, porque cuando montas las ruedas grandes estoy seguro de que te pueden empezar a salir problemas".

"Por la experiencia que tenemos sobre los esfuerzos que supone para un coche con estos neumáticos la dirección asistida, las transmisiones… si no has hecho muchos kilómetros lo puedes pagar. De hecho, a nosotros el coche no nos ha dado ninguna pega a nivel de hardware, a nivel de suspensiones, diferenciales, cambio, etc. Nuestro punto más complicado es la complejidad de toda la parte técnica, con la batería, el motor de combustión… Que todo se ponga de acuerdo para funcionar. A veces pueden saltar sensores y cosas que te hacen parar el coche, pero por la otra parte –hardware– estamos bastante contentos".

El mayor peso de la electrónica en el rendimiento del RS Q e-tron también complica las reparaciones que puedan hacer los pilotos desde el coche.

"Hay veces que resetear el coche no es suficiente. Depende de la lectura que ocurra, de si es un sensor que se ha estropeado o si es que simplemente el software dice que con esa información no se puede seguir andando. Cada día van pasando cosas nuevas y poco a poco se está poniendo mejor. Si te salta una alarma, el coche te dice lo que tienes que hacer. Es tan avanzado tecnológicamente que es así. A nivel mecánico tenemos que aprender a quitar un palier y cambiar un tirante de la suspensión o un brazo de la dirección. Para lo más gordo ya tienes que esperarte al camión. Y si es algo de un sensor, si el coche no lo hace solo, que es resetea y tal, tampoco podemos hacerlo. Poca acción podemos hacer".

Aun así, sus sensaciones después de los test son positivas.

"Los últimos test en Marruecos fueron bien, salvo por un pequeño problema que nos retrasó un poco, pero nada que no se pueda solucionar de aquí al Dakar. En los últimos días tuvimos dos jornadas de test sin problemas e incluso el segundo día hicimos 400 kilómetros de una tirada, así que contentos".

"Hicimos 400 kilómetros en condiciones e tramo sin tener problemas ni parar, siendo autónomos al 100%. Creo recordar que el primer año de Peugeot salimos al primer Dakar y lo máximo que habíamos hecho eran 140 o 150 kilómetros, de modo que en ese sentido ya estamos mejor. Aquí hay una diferencia: entonces –el primer año de Peugeot– sabíamos que no íbamos rápidos y que encima tendríamos problemas, y por lo menos este año tendríamos que tener ritmo".