Carlos Ghosn dispara contra Nissan y Japón, se declara inocente

Ghosn ha roto su silencio. Una semana después de su llegada Beirut en una fuga digna de película, el célebre exdirector de Nissan ha comparecido ante la prensa internacional para dar su versión de los hechos. "Por primera vez desde que empezó esta pesadilla, puedo hablar con libertad y defenderme", ha dicho al comienzo de su exposición, en la que ha mostrado su agradecimiento a todas las personas que le han apoyado desde su detención el 19 de noviembre de 2018.

Con el paso de los minutos, sus palabras se han convertido en dardos contra Nissan, contra el gobierno de Japón y contra el sistema judicial del país nipón, a quienes ha acusado de actuar de forma conjunta para crear una farsa. Ha dicho que se imponía a sí mismo silencio y que no daría el nombre de los altos cargos públicos implicados para evitar que el Líbano fuera objeto de más presiones internacionales, aunque ha dejado claro que varios activos clave de la junta directiva de Nissan fueron cómplices.

"Como os podéis imaginar, hoy es un día muy especial que he estado esperando desde hace más de 400 días, desde que me apartaron del mundo que yo conocía, desde que me privaron de mi familia y de mis amigos, de mis comunidades, de Renault, de Nissan y de Mitsubishi, y de las 450.000 personas que conforman esas empresas", ha explicado ante decenas de reporteros y periodistas gráficos.

"Hace justo un año comparecí ante un juez en Japón, defendiendo mi inocencia esposado, arriesgándome a ser confinado en solitario después de un intento fallido de obtener la libertad bajo fianza. Pasé la Navidad y Año Nuevo en confinamiento. Mi único contacto con mi familia, a la que no había visto en seis semanas, eran las cartas que mis abogados me enseñaban a través del cristal. Me habían interrogado durante todo el último mes, interrogatorios de hasta 18 horas al día sin la presencia de mi abogado, sin entender de qué se me acusaba ni tener acceso a las pruebas contra mi persona que justiciaban esa perversión de mi dignidad y mis derechos humanos. El fiscal me repetía que sería peor si no confesaba. Eso está grabado. Me decían que todo acabaría si confesaba y que, si no lo hacía, no sólo irían a por mí, sino que también irían a por mi familia".

"Esas condiciones fueron las mismas día tras día, semana tras semana, mes tras mes. La sensación de soledad era profunda. Luché por mi inocencia cada día que estuve en detención. Cuando me dieron la fianza vi la oportunidad de compartir con vosotros lo que hoy quiero compartir, pero me volvieron a poner en confinamiento en menos de 24 horas. No estoy aquí para explicaros cómo salí de Japón, sino para decir por qué me fui. Era muy fácil golpearme mientras estaba en la cárcel, era muy fácil describirme como me describieron, pero ahora puedo hablar con hechos, datos y pruebas. No estoy aquí para hacerme la víctima, sino para verter luz sobre un sistema que viola los principios más básicos de la humanidad. Estoy aquí para limpiar mi nombre y decir que esas acusaciones no son ciertas, y que no debería haber siquiera arrestado".

Ghosn ha dicho ser víctima de una "persecución política" motivada por el enfado en Nissan por su decisión de partir a Mitsubishi, agravada por los malos resultados de la compañía tras su salida como director ejecutivo y la desconfianza creciente entre los japoneses por los términos de su acuerdo con Renault. Un aspecto especialmente espinoso era el proceso de votación en la junta directiva, que daba un gran peso al estado francés a pesar de que su participación en Renault era la misma que Nissan, que no tenía derecho a voto. Según Ghosn, directivos de Nissan concluyeron que la mejor forma de liberarse de la influencia de Renault era acabar con su persona.

"En octubre de 2016 decidí apartarme de la gestión de Nissan porque habíamos firmado un acuerdo con Mitsubishi para tomar el control del 34% de Mitsubishi y ellos necesitaban ayuda. Me fui ahí como futuro director de su junta para apoyar la recuperación de esa empresa. Se nombró un nuevo CEO para Nissan y yo fui a Mitsubishi. Prometí que un día volvería a esa empresa, que estaba muerta cuando entré en 1999. La dejé con 20.000 millones en efectivo, la dejé dejando beneficios, creciendo, siendo respetada. En 1999 no era nada y en 2016 estaba entre las 60 empresas más grandes del mundo. Les dije que tomaran el mando y que me dejaran trabajar con Mitsubishi, con Renault y con la alianza. Un director ejecutivo está en el cargo mientras su empresa da resultados. Yo estuve 17 años en Nissan porque daba resultados, porque crecíamos. Estamos aquí para eso. Pero en 2017 se empezó a ver un declive en el rendimiento de la empresa. En 2018 hubo otro declive. Había nervios entre algunos directivos, nervios de que se acabara la paciencia y hubiera cambios".

"En Francia se aprobó una ley que daba derecho a que los accionistas con más de dos años de antigüedad tuvieran el doble de votos. Como junta de Renault nos opusimos a esa norma y podríamos haberlo hecho de superar los dos tercios de los accionistas, pero el estado francés incrementó su participación y nos impidió esa mayoría, de modo que no pudimos llegar a ese porcentaje. Eso fue un golpe muy amargo para nuestros amigos de Japón, no sólo en Nissan, sino también en el gobierno. Creían que era injusto que Nissan no tuviera derecho a voto con el 15% de las acciones de Renault y que el estado francés, que tenía la misma participación, tuviera derecho al doble de votos. Se lo intentamos explicar, pero no tuvimos éxitos y ahí comenzó el problema, porque empezaron a surgir dudas no sólo sobre la alianza, sino también sobre mí".

Ghosn explica que él nunca quiso que hubiera "ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda", pero que el malestar se extendió en el país nipón hasta el punto que dejaron de creer en la triple alianza que conformaban Renault, Nissan y Mitsubishi.

"No había confianza. Algunos de nuestros amigos en Japón pensaron que la única forma de librarse de la influencia de Renault en Nissan era librarse de mí. Estaban en lo cierto, porque a día de hoy Renault tiene muy poca influencia en lo que ocurre en Nissan. Los japoneses pensaron que librándose de mí conseguirían más autonomía".

La decisión de fugarse respondía al temor de verse encerrado para siempre en Japón. "La decisión de huir fue la decisión más difícil de mi vida, pero no olvidemos que me enfrentaba a un sistema con un 99% de sentencias de culpabilidad. Y os aseguro que ese número es más alto en el caso de las personas extranjeras. La legitimidad de un sistema judicial no debería depender de ese porcentaje, sino de la confianza en que busca y honra la verdad, de que brinda justicia. Huir fue un riesgo que uno sólo toma ante la imposibilidad de recibir un juicio justo".

"El fiscal hacía lo que quería para retrasar el juicio. Cuando me fui de Japón, aún no tenía fecha para el juicio de los primeros cargos. Hablé con mis abogados y me dijeron que temían que me pasara cinco años en Japón antes de llegar a juicio. Toda persona tiene el derecho humano a un juicio justo y rápido. Yo tenía la impresión de que se podían tomar todo el tiempo que querían, de que el juez era el organizador de todo y que el fiscal cortaba el pastel".

"Todo indicaba que no había forma de que fuera a ser tratado con justicia o que pudiera vivir una vida normal en los próximos cuatro o cinco años. No era muy difícil llegar a la conclusión de que o moría en Japón o tenía que irme. Era prisionero en un país que serví durante 17 años, un país al que le he dedicado mi vida profesional. Estoy orgulloso de haber revivido una empresa que nadie había podido revivir antes que yo. Hice que crecieran. Yo fui un ejemplo a seguir en Japón. Se escribieron más de 20 libros de liderazgo sobre mí, pero en un minuto y con un chasquido de dedos, unos fiscales y unos ejecutivos de Nissan decidieron que era un dictador frío y codicioso".

¿Y en qué consistió ese complot? Según Carlos Ghosn, en inventarse un caso contra su persona. Además de declararse inocente de todos los cargos, denuncia que se ha filtrado información falsa y distorsionada a los medios de comunicación para contribuir a la construcción de un relato.

"¿Quién formó parte de ese complot? Os daré nombres. Obviamente Saikawa formaba parte del plan, Hari Nada formaba parte del plan, pero hay muchos más. Toyoda, miembro de la junta, actuaba de enlace entre la junta de Nissan y las autoridades públicas. Podría hablar de lo que ocurre en el gobierno de Japón, pero estoy en el Líbano, respeto al Líbano y respeto la hospitalidad que me han dado. Podría daros nombres, pero no haré nada ni diré nada que les pudiera complicar la vida. Me impongo silencio en esta parte de mi exposición, porque no quiero decir ni hacer nada que haga daño al interés del gobierno o del pueblo del Líbano".

"Se me presentó como culpable ante todo el mundo gracias a la filtración sistemática de información falsa y robada, de información distorsionada. Tanto el fiscal como Nissan dejaron al margen información exculpatoria. Yo era sujeto de un sistema cuyo único propósito era extraer confesiones y obtener sentencias de culpabilidad sin pruebas. La odisea que he vivido en los últimos 14 meses es fruto de personas vengativas sin escrúpulos de Nissan y de Latham & Watkins, con el apoyo de la oficina del fiscal de Tokio. No estoy por encima de la ley y estoy dispuesto a tener la oportunidad de limpiar mi nombre y restaurar mi reputación. No escapé de la justicia, sino que hui de la injusticia y de la persecución política tras resistir más de 400 días de trato inhumano en un sistema diseñado para romperme. Los hechos, la verdad, son irrelevantes para esos individuos. Los cargos contra mi persona no tienen fundamento".

"Me arrestaron el 19 de noviembre de 2018. No sospechaba nada, porque yo ya no era el director ejecutivo de la empresa. Cuando delego, delego. Fue un arresto planificado. Se dijo que me habían arrestado en un avión, pero es falso. Me arrestaron en el aeropuerto. Me hicieron bajar del avión, me dijeron que había un problema con mi pasaporte, fuimos a una habitación y me encontré con un fiscal que me dijo que ya no podía usar mi teléfono. Fue entonces cuando supe que estaba encerrado".

"Pregunté si podía hacer una llamada a Nissan para que enviaran un abogado, pero por entonces no sabía que todo estaba planificado. Luego me llevaron a un centro de detención. El cruce entre el fiscal y Nissan está en todas partes. No ves si no quieres ver. Los únicos que no lo ven son los japoneses. Testigos que estaban en Nissan me dijeron qué ocurriría, me contaron todos los preparativos, las reuniones entre fiscales y Nissan, etc".

"Me enviaron a prisión. El fiscal me dijo que me arrestaban por no informar de una compensación. Me sorprendió y pregunté que a qué compensación se referían. Me dijeron que no había informado de una compensación que no se me había pagado. Segunda sorpresa. Me arrestaron por una compensación que no estaba fijada, que no estaba decidida y que no estaba pagada. Ésa fue la razón de mi arresto. En muchos países, ésa no es razón para arrestar a una persona. Ni siquiera es una ofensa".

"Me pasé 130 días en prisión, en solitario. En una celda pequeña sin ventanas, con luz de día y luz de noche. Interrogatorios de día e interrogatorios de noche. Se me presumía culpable. El fiscal me decía que era culpable, que no jugara y que confesara. No me hacían preguntas para descubrir la verdad, sino para hacer más fuerte su acusación. Vi desde un principio que no tenían interés por descubrir la verdad. Son muy buenos creando cargos, porque ayer emitieron una orden de arresto contra mi mujer por dar falso testimonio hace nueve meses. ¿Nueve meses después y lo hacen justo antes de esta rueda de prensa? Menuda coincidencia. Así funcionan las cosas: si hablas, vuelves al centro de detención".

Ghosn también ha denunciado que ha estado incomunicado de su mujer como medida de presión psicológica. "Pedimos hasta siete veces al juez responsable de la fianza que levantara la prohibición de establecer contacto. Dijo que no por riesgo de destrucción de pruebas, pero al mismo tiempo yo sí podía recibir a mis hermanas, a mis hijos, a mis primos y amigos… Si yo hubiera querido destruir pruebas, lo hubiera podido hacer con todo el mundo. ¿Por qué Carole? Porque sabían que privándome de tener una vida normal me podían romper. Cuando propusimos vernos bajo la supervisión del juez, nos preguntó que por qué queríamos vernos, que de qué queríamos hablar. No me sentía un ser humano. ¿Tengo que explicar por qué quiero hablar con mi mujer? Tenía derecho a dos horas en nueve meses, siempre con la presencia de un abogado. El pobre hombre estaba avergonzado de estar ahí. Me pidió perdón".

Carlos Ghosn tampoco ha dejado pasar la oportunidad de arremeter con fuerza contra Nissan, a quien ha acusado de dejar pasar la oportunidad de oro de culminar la fusión con Fiat-Chrysler, que finalmente se ha producido con el Grupo PSA. También ha remarcado que Renault, Nissan y Mitsubishi han visto reducidos sus beneficios desde su arresto.

"Nissan ha perdido más de 10.000 millones desde mi arresto. Ha perdido más de 40 millones de dólares por día. Y Renault no está mucho mejor: su cuota de mercado ha caído en más de 5.000 millones de euros, unos 20 millones de euros diarios. Caen cuando la industria crece. Las únicas empresas que han caído en este tiempo son Renault, Nissan y Mitsubishi. Mientras tanto, el resto de la industria ha crecido un promedio del 12%. Una empresa se basa en crear valor y una junta directiva está para proteger a los accionistas. ¿Quién les protege ahora? ¿Cuál es el futuro de la marca?"

"¿Quién gana con todo esto? La alianza era el primer grupo automovilístico en 2017. Las tres empresas crecían y daban resultados. Tenían una visión de futuro, una estrategia inteligente. Nos estábamos preparando para incorporar a Fiat-Chrysler, porque yo estaba negociando con John Elkann su incorporación. Teníamos una estrategia. Hoy ya no hay ninguna alianza. Ha desaparecido. El crecimiento ha desaparecido, los ingresos han caído y no veo una estrategia. No veo innovación tecnológica. La alianza perdió lo imperdible, que era Fiat-Chrysler, que no se fue con la alianza, sino con el Grupo PSA. ¿Cómo pueden perder algo así? ¿Cómo pueden dejar pasar esa oportunidad?"

"Han contado la historia de una forma determinada para que la gente piense algo que no es la realidad. Son muy buenos en eso, porque en todo lo demás, en hacer muchos coches, venderlos, desarrollar tecnologías, obtener beneficios y repartir dividendos… Dijeron que querían cerrar el capítulo Ghosn y lo cerraron, porque ya no crecen, ya no hay más ingresos, ya no hay más iniciativas estratégicas, ya no hay innovación, ya no hay alianza. La alianza es una farsa que no irá a ninguna parte. Esto es político. Hay muchas ganas de presentarlo como un caso de alguien que se ha pasado de la raya, pero ése no es el caso. Soy inocente de todos los cargos y puedo probarlo. Me fui de Japón porque quería justicia. La justicia es la única forma de restablecer mi reputación y de que se reconozca el valor de lo que he hecho en mi vida. Si no lo consigo en Japón, lo conseguiré en otra parte".