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Bentley Flying Spur V8 S Black Edition: diamante en bruto

Cuenta con la versión mejorada del V8 del Flying Spur convencional: 528 caballos

Se trata la cómoda y elegante limusina de siempre, pero con una estética agresiva

Se desconoce su precio oficial, pero se estima cerca de los 230.000 euros

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Javier Montoro

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01 Ago 2017 - 13:36

Bentley Motors ha anunciado hoy los detalles completos del nuevo Flying Spur V8 S Black Edition, un coche dedicado a los clientes que buscan un vehículo de altísimo lujo con una estética más dinámica que bajo ningún concepto renuncia a la comodidad y el placer de marcha que lo caracterizan.

El conjunto de nuevos detalles tanto interiores como exteriores ha sido creado minuciosamente por los mejores diseñadores de la firma británica con el propósito de acentuar el carácter deportivo de esta berlina de alta gama. Básicamente, estos elementos se definen como acabados de color negro u oscurecido.

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Por ejemplo, varias piezas de la carrocería, como las carcasas de los retrovisores, la rejilla de la calandra frontal o el marco de las ventanillas han sido pintadas en negro. Asimismo, esta edición cuenta con llantas de aleación ligera de 21 pulgadas en esa misma tonalidad, las ópticas traseras tintadas y unas colas de escape ensombrecidas.

Por su parte, en el interior encontramos inserciones de madera piano, un volante Sport Plus de tres radios y una consola central con acabados en aluminio negro de serie, acorde con unos confortables asientos revestidos de cuero negro con costuras rojas y que armonizan con la tapicería del suelo y de las puertas y con unos cristales técnicos tintados.

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En cuanto a su motor, esta versión cuenta con un V8 de 4 litros mejorado capaz de entregar 528 caballos de potencia y un par máximo de 680 Newton/metro. Con estas cifras, el Flying Spur V8 S alcanza 100 kilómetros por hora desde parado en 4,9 segundos y llega hasta los 306 de punta pese a tratarse de un automóvil de 2,5 toneladas de peso.

Esta monstruosa fuerza se transmite al asfalto a través de un sistema de tracción integral inteligente con un reparto de torsión 40:60, de forma que, en cualquier caso, se continúe primando la propulsión y, por lo tanto, el carácter deportivo del que es el coche más largo de la firma de Crewe –5,30 metros–.

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