La AP-7 será la primera autopista pensada para coches autónomos

En este sentido, Inframix está realizando un estudio para anticiparse al futuro de las infraestructuras con la participación de empresas relacionadas con el sector como es el caso de Autopistas, Siemens, BMW y TomTom. En el caso de la primera, filial de la española Abertis, ha propuesto que tal investigación se lleve a cabo sobre un tramo de la autopista de peaje AP-7 en la provincia de Girona, con el propósito de adelantar cómo será la 'ciencia' de las carreteras dentro de 3 años sobre el asfalto ibérico.

"Lo que vemos es que la tecnología de los vehículos avanza muy rápidamente", explica el director de tecnología de Autopistas, Carles Pitarque. "Pero la introducción de este tipo de coches no será necesariamente toda de golpe, sino que habrá un periodo de coexistencia: no es posible renovar toda la flota de vehículos de un día para otro". En base a lo anterior, Pitarque alegó que "el objetivo del proyecto es analizar y modelar ciertas condiciones de uso de una infraestructura con una gran mezcla de vehículos".

Cierto es que en la actualidad contamos con coches con niveles de automatización entre el cero y el tres, si bien de aquí a 2020 se espera llegar al nivel cinco, es decir, automóviles sin necesidad de volante ni pedales. No obstante, para que esto ocurra y sea práctico, también se requieren las infraestructuras y legislaciones necesarias en materia vial. Así, este emprendimiento pretende instalar sensores en la autopista que midan la velocidad, distancia recorrida y ocupación de cada carril.

"Esta tecnología nos proporcionará unos datos, que llevaremos a unos ordenadores donde se calculará un modelo de tráfico a nivel real y se alimentará la información que, en un brevísimo lapso de tiempo, debe ser distribuida entre los vehículos para que se comporten según una situación concreta", tanto como si es un semáforo, un tramo en obras o un accidente. "El Internet de las Cosas ya ofrece información que, con tecnología Cloud e Inteligencia Artificial, se podrá retornar al coche de origen”.

Sin embargo, aunque ya contemos con casi todos los medios y métodos necesarios para 'construir' las autopistas del futuro, esta tecnología ha de ser escalable para soportar casi cualquier volumen de información y poderse aplicar a vías de menor velocidad. No sólo eso, también se deberán transformar y adaptar los centros de control de tráfico cuando tengan que interactuar con un cliente que, en cualquier caso, sea un vehículo sin conductor, es decir, una máquina. En definitiva, es necesario un nuevo modelo y que, además, sea internacional y estándar.

"Lo que pretende Autopistas con el proyecto es, en resumen, estar a la última y poder influir, entender y aportar nuestra experiencia en gestión de tráfico convencional a un sector que no necesariamente conoce la problemática de tráfico de una autopista", concluye el director de tecnología de Autopistas. "Queremos estar informados y participar en todo el proceso de innovación en torno a la movilidad y al cambio de hábitos y de modelo de vehículos en pro de dar un servicio diferencial".