50 años del Porsche 917: los colores de la velocidad

El modelo se dio a conocer al mundo un 12 de marzo de 1969 en el Salón del Automóvil de Ginebra, en la que debía ser el arma definitiva de la marca para asaltar la victoria en Le Mans y en el campeonato del mundo de marcas, en el denominado Grupo 4 con prototipos de 3.0 litros de cilindrada aunque permitiendo hasta de 5.0 litros al considerar que sería difícil un cambio tan radical en tan breve tiempo. Se precisaba la producción de 25 unidades para su homologación. Aprobada al inicio de 1968, Porsche se puso a trabajar de inmediato en un coche para esta nueva normativa, empezando con la base del 908.

Así, el 12 de marzo se presentaba el modelo, pero era el 20 de abril de 1969 cuando las 25 unidades exigidas fueron mostradas a los comisarios de la CSI, la rama deportiva de la FIA por entonces, consiguiendo de ese modo la definitiva aprobación del modelo para participar en el campeonato. Se trataba de un coche con un chasis muy ligero de sólo 42 kilogramos que contaba en la parte trasera con un motor de 4.5 litros V12 a 180 grados y refrigerado por aire, que le otorgaba una potencia de 520 caballos para un peso total de 800 kilogramos. Cierto que 1969 no fue un año demasiado exitoso, pero eso cambiaría en los dos siguientes.

Oficialmente se construyeron 37 unidades, de las que no todas sobreviven, pero 14 de ellas se van a reunir ahora para una exposición que celebra los 50 años de la creación de este modelo de referencia en el mundo de las carreras: “50 Años del Porsche 917: Los Colores de la Velocidad”, que abrió el pasado 14 de mayo y estará en el Museo Porsche hasta el 15 de septiembre. Entre esas unidades, el chasis 1, el primero de los 917 producidos, será la gran estrella tras haber sido sometido a una profunda restauración durante un año por personal especializado de la marca: ahora luce con las mismas galas que aquél 12 de marzo de 1969.

Obviamente, los 917 evolucionaron. Y entre esas, hay dos unidades que se expondrán que son de absoluto culto: hablamos de los vencedores de las 24 Horas de Le Mans de 1970 y 1971, ambas lograda con la versión KH, o cola corta en sus siglas en alemán, y que fueron llevadas a la victoria por Hans Herrmann y Richard Attwood en 1970 –la primera victoria absoluta para la marca en la prueba de resistencia- y Helmut Marko y Gijs van Lennep en 1971. Pero la exposición, que incluye otras joyas como el 917 PA Spyder usado como modelo de pruebas para el motor de 16 cilindros, o las versiones turbo, o el pintoresco 917 ‘Pink Pig’pintado como un cerdo, busca también ahondar en la tecnología de los 917.

Ahí destaca el V12 obra del ingeniero jefe Hans Mezger, o piezas de la fibra utilizada para la carrocería en la época, que muestran el nivel de detalle y de trabajo que llevó poner a punto al 917. Obviamente, también se da una visión de cómo todos estos estudios se han reflejado en los coches de serie, como por ejemplo con la adopción del turbo en los 911, y que deriva del 917/10 que usaba un turbo en su motor. Interesante también la unidad "917 Living Legend" que se creó en 2013 como proyecto conceptual de cómo sería hoy un 917, y que se muestra oficialmente por primera vez en la maqueta a escala natural  creada en arcilla con los colores del Team Salzburg.

Se trata de una exposición muy especial, en definitiva, que junta coches, motores, coches de calle, proyectos, productos paralelos a los 917 y que ofrece una interactividad total que permite introducirse plenamente en el proceso de creación, evolución y éxito de los distintos modelos del 917 que se fueron creando. Sin duda, todo amante de la competición debería rendir una visita obligada al fantástico 917 por sus 50 años.