Alonso devora las 24 Horas de Daytona con una victoria de época

La alegría para Cadillac es doble cuando se recuerda que partía con una ligera desventaja respecto a Mazda y Acura, superiores en los entrenamientos gracias al Balance of Performance. En condiciones de carrera, en tandas largas, las diferencias entre los tres prototipos se han reducido y los pilotos han podido marcar la diferencia.

La experiencia y talento de Alonso resultaron determinantes cada vez que estaba al volante. El sábado, el español elevó el Cadillac 10 a la categoría de aspirante con una remontada desde la octava hasta la primera posición. El domingo, capeó el temporal para afincarlo en el liderato cuando las condiciones meteorológicas eran más adversas.

Las 24 Horas de Daytona empezaron el sábado de forma puntual al filo de las 20:30 CET, y lo hicieron con Oliver Jarvis detrás del volante del Mazda 77, que salía desde la Pole Position después de la sesión de clasificación. El primero en subirse al Cadillac 10 fue el estadounidense Jordan Taylor.

Al ondear la bandera verde, los prototipos de la categoría DPi pusieron pies en polvorosa. Los Mazda y los Acura tomaban la iniciativa en la pelea por el liderato, pero los Cadillac aguantaban el envite y se mantenían a menos de diez segundos de la cabeza de la carrera.

Entre los Cadillac, quienes tomaban la iniciativa eran los dorsales 31 y 5, que en aquel momento tenían en pista a Felipe Nasr y Filipe Albuquerque respectivamente. La unidad del Wayne Taylor Racing perdía terreno, pero se mantenía en séptima plaza y dentro del grupo escapado.

El Acura 6 de Juan Pablo Montoya dio cuenta de los Mazda después de la primera parada en boxes. El Mazda 77 le seguía de cerca y le puso contra las cuerdas en las horas que siguieron, pero el dorsal 55, perjudicado por el tráfico, cayó por detrás de los Cadillac de Albuquerque y Nasr.

Después de 2 horas y 30 minutos, la primera sorpresa: problemas en el Cadillac 5. Uno de los favoritos a la victoria se retiraba a boxes después de protagonizar un toque con un GT y dañar en el proceso sus luces traseras. El coche pudo volver a pista, aunque con varias vueltas perdidas y ya sin opción de pelear por posiciones de honor.

Y entonces llegó Fernando Alonso. En el ocaso de Daytona, el asturiano llevó el Cadillac 10 desde la octava hasta la primera posición. La exhibición nocturna del español recordó a su magnífica actuación en Le Mans 2018, donde se destapó por primera vez como un especialista de la oscuridad.

Alonso iba quinto cuando los comisarios decretaron un coche de seguridad. En la resalida, superó al Cadillac 31 de Eric Curran para ser cuarto y luego fijó su mira en el Acura 6 de Dane Cameron, al que rebasó para ser tercero. Su siguiente víctima era el Acura 7 de Helio Castroneves, al que adelantó para ser segundo. También sucumbió el líder, el Mazda 77, al que sobrepasó con una apurada de frenada en la primera curva.

En las dos tandas que siguieron, Fernando engranó una marcha más. Abrió hueco y creó una ventaja de 20 segundos sobre todos sus rivales. Para poner en perspectiva dicha hazaña, conviene señalar que ni Mazda ni Acura habían conseguido liderar por más de seis segundos hasta aquel instante.

Acto seguido, el Cadillac 50 de Juncos Racing se quedó parado en la parada del autobús con un aparente problema eléctrico. Los comisarios decretaron otra bandera amarilla para que pudieran intervenir las asistencias. Alonso vio mermada su ventaja, pero volvió a apretar cuando apareció la bandera verde y encontró otros 15 segundos antes de ceder el testigo a Kamui Kobayashi.

La noche fue un calvario para Mazda, que vio cómo sus dos prototipos sucumbían en el espacio de 15 minutos. El peor damnificado fue el dorsal 77, que se incendió cuando peleaba por el liderato. Timo Bernhard aparcó a un lateral y observó atónito cómo sus opciones se desvanecían. El número 55 reportó una fuga de combustible. Lo repararon, pero abandonó también en las horas posteriores.

Pasado el ecuador de la carrera, sólo cuatro participantes se mantenían en la vuelta del líder. Eran los dos Acura, el Cadillac 31 y el Cadillac 10. La igualdad era máxima, pero eso cambió cuando Fernando Alonso relevó a Jordan Taylor. El asturiano ofreció un nuevo recital, esta vez bajo agua.

Las previsiones meteorológicas auguraban lluvia para la matinal del domingo. Y así fue. Al filo de las 05:00 hora local, las 11:00 CET, el cielo se abrió en Daytona. Comenzó con una llovizna traicionera, en la que Alonso y los dos Acura se atrevieron a rodar con neumáticos de seco, pero rápidamente llegó el diluvio y tuvieron que hacer una parada extra para poner gomas de agua.

Alonso iba cuarto a dos minutos del líder. Bajo una lluvia de categoría, adelantó a los dos Acura con sendas maniobras idénticas, con una apurada de frenada en la bus-stop. Acto seguido se decretó una bandera amarilla, que le permitió reengancharse al Cadillac 31. Cuando ondeó la bandera verde, lo superó sin problemas y puso pies en polvorosa.

Lo que vino a continuación fue la mayor demostración de superioridad del asturiano en su trayectoria como piloto de resistencia. Bajo la tormenta, dejó a los Acura a 50 segundos con un ritmo por vuelta entre dos y tres segundos más rápido. Y le clavó un promedio de diez segundos por giro a Eric Curran, que firmó una tanda tan mediocre que pasó de liderar la carrera con el Cadillac 31 a ser un doblado en cuestión de pocos minutos.

El último tercio de la carrera fue el más difícil de seguir. La creciente intensidad de la lluvia motivó largos periodos de Full Course Yellow e incluso interrupciones por bandera roja, pues el riesgo de accidente era elevado. Pese a las interrupciones, el cronómetro siguió en marcha.

A las 12:00 hora local, las 18:00 CET, Alonso se volvió a subir al Cadillac 10 para emprender el tercer y último stint, en el que volvió a remontar hasta el liderato no sin antes forzar el error de Felipe Nasr en el Cadillac 31.

Al filo de las 12:35, las 18:35 CET, los comisarios ondearon la bandera roja al considerar que las condiciones meteorológicas eran peligrosas para la conducción. La acción no se reanudó y la carrera terminó diez minutos antes de lo previsto, al constatar que era imposible reanudar la acción.

En GTLM, la sorpresa negativa fue el Corvette de Antonio García. Justo cuando se disponía a iniciar su primer relevo, el madrileño recibió el impacto del Corvette 4, que hizo una entrada a boxes demasiado agresiva. Dañó la dirección y perdió tres vueltas, pero las recuperó con persistencia. Pero todo se torció bien entrada la madrugada. Sin telemetría ni datos de consumo, el equipo erró en sus cálculos y García se quedó tirado en pista sin gasolina. Fue el final de toda opción de victoria.

La revelación fue el Ferrari de Miguel Molina, que fue la auténtica revelación de la categoría profesional de GT. Auspiciado por una de las alineaciones más talentosas de la parrilla, el dorsal 62 de Risi Competizione llegó hasta la segunda posición tras pelear en posiciones de podio toda la carrera pese a ser un coche menos rápido que el Porsche 911 RSR, el Ford GT o el Chevrolet Corvette.

En GTD, Alex Riberas hizo lo posible por minimizar daños. Sabía de antemano que sus opciones eran mínimas, pues el Audi R8 LMS era el coche más lento de su clase fruto de una actualización aerodinámica que le ha restado velocidad punta.

RESULTADOS - 24 HORAS DE DAYTONA

Gorra Plana Fernando Alonso 'Daytona 2019': Viste la nueva gorra que Fernando Alonso utilizará durante los días de competición de las 24 Horas de Daytona con el equipo Wayne Taylor Racing.