TECNOLOGÍA

¿Y si se aprovechan las baterías como parte estructural del chasis?

17/04/2021 09:30

Un gran hándicap de los modelos eléctricos es que para ofrecer una capacidad de batería suficiente en aras de lograr autonomía suficiente, el peso aumenta a pasos agigantados conforme se elevan los kilowatios hora. Además, éste se acumula en una zona concreta, pero un grupo sueco de la Universidad Tecnológica de Chalmers puede brindar una vía de escape a este hecho, al convertir las baterías en parte estructural del coche.

Un alto grado de esfuerzo en el desarrollo de los coches eléctricos se va el objetivo de ofrecer la mayor capacidad posible de batería, sin comprometer en demasía el peso. Actualmente, el peso de las baterías puede llegar a suponer más de media tonelada en modelos grandes y potentes como el Tesla Model S.

Con el paso de los años, el avance de las tecnologías y el uso de materiales menos pesados ha conseguido reducir el peso de estos modelos. Y aunque hay estudios que certifican con datos que cuanto más pesado es un vehículo, más eficiente puede llegar a ser –por cuestiones derivadas de la inercia–, lo cierto es que una excesiva pesadez siempre va ir en contra del rendimiento y la agilidad.

En la actualidad, y como se ha mencionado antes, el peso de las baterías todavía es demasiado elevado en comparación con un vehículo equiparable y de las mismas características, y el futuro a corto plazo no va a lograr equilibrar la balanza. Por ello, un grupo de investigadores propone utilizar la rigidez que pueden proporcionar las baterías como elemento estructural del coche, para ahorrarse así una parte del peso.

Gran parte de este avance se logra gracias al uso de la fibra de carbono como ánodo, acompañado de un cátodo de aluminio y separados por una lámina de fibra de vidrio que hace de electrolito. Estas láminas resultantes hacen las veces de celdas de batería y componente estructural para resistir las cargas.

Los valores arrojados por el estudio son el de una densidad energética de 23,6 Watios hora por kilo, un valor lejano todavía para los estándares actuales de las baterías de iones de litio, que se sitúan en unos 250 Watios hora por kilo, cifra que se espera duplicar en los próximos diez años. Pero no hay que olvidar que éstas permitirán ahorrar una ingente cantidad de peso al conjunto, y que sus responsables prometen mejorar esta cifra, por ejemplo, al hacer el cátodo también de fibra de carbono.


Para cerrar, decir que Tesla ya desarrolla una idea parecida para aprovechar las baterías en este sentido. La gran diferencia es que éstas no forman parte como componentes estructurales per se, sino que están alojadas en unos huecos dentro del piso, algo que permitirá reducir los pesos totales, pero no de la manera integral tal y como apuntan los investigadores suecos.