El set-up de tu coche: ahorra dinero y conduce seguro cuidando tus neumáticos

Tanto los coches de carreras como los vehículos de calle son fuente de ingentes cantidades horas de estudio para conseguir, en los primeros, el mejor paso por curva y arañar cada décima posible al crono; y en los segundos, la máxima eficacia y seguridad, maximizando la durabilidad de los componentes. Es por ello primordial que, al igual que un piloto de Fórmula Uno transmite sus sensaciones a ingenieros y mecánicos para que ajusten su coche a la perfección, nosotros, como usuarios, también prestemos atención al comportamiento de nuestro coche y, en caso de notar algo raro, hablar con nuestro mecánico para que le eche un vistazo. Así conseguiremos disfrutar de la conducción con las máximas garantías.

En SoyMotor.com somos muy conscientes de la importancia de un buen reglaje de cada parámetro del coche, por eso hoy nos queremos detener en todos esos aspectos que afectan a la 'pisada' de nuestro coche ya que, al igual que un calzado inapropiado o mal ajustado, nos puede generar una ampolla, un mal ajuste del tren de rodaje nos puede crear 'graining', que es básicamente lo mismo, pero en un neumático.

LOS CUATRO PILARES FUNDAMENTALES DE LA PISADA DE NUESTRO COCHE

Siguiendo con el paralelismo de nuestro cuerpo y a modo de introducción, hemos de pensar que una rueda es como nuestro pie. Dependiendo de nuestro tipo de pisada, si somos pronadores o supinadores; deberemos de buscar un calzado que, por su 'ingeniería y geometría', nos permita apoyarnos de la manera más recta y uniforme, evitando así lesiones. Pues con los neumáticos pasa igual y es por ello que hemos dividido la sección en cuatro fundamentos.

PRESIÓN DE LOS NEUMÁTICOS Es posiblemente el parámetro más básico que afecta al buen rodar de nuestro y, al mismo tiempo, al que menos atención se le presta y sobre el que casi nunca nadie repara, siendo el más sencillo de manipular por el usuario.

De nada nos sirve invertir el dinero en unos neumáticos de 300 euros la unidad si no los llevamos inflados a la presión correcta. Obviar un parámetro tan básico y crucial de nuestro automóvil puede hacer que, como mínimo, destrocemos los neumáticos antes de tiempo y, si nos podemos en lo peor, tener un accidente; y sino que se lo digan a Max Verstappen, que tuvo el reventón por no seguir las indicaciones de Pirelli.

Problemas asociados: una presión incorrecta de inflado afectará de manera muy negativa a la degradación uniforme de los neumáticos además del consiguiente Riesco para la conducción, ya que podemos sufrir pinchazos o reventones.

Recomendación: para conducir de manera segura y maximizar la vida de nuestros neumáticos será necesario:

• Revisar la presión de los neumáticos: Los profesionales del sector recomiendan que, una vez cada 15 días, hagamos una comprobación de las presiones, más aún si, como en el caso de las furgonetas, realizamos desplazamientos cargados y descargados a menudo. Por supuesto, deberemos comprobar este parámetro antes de salir de viaje y al volver.

• Inflar los neumáticos con la presión correcta: Todos los fabricantes de coches indican al usuario los valores apropiados para inflar las gomas siguiendo los criterios de desarrollo del coche. Generalmente las presiones oscilan entre los 2,2 bares y los 2,5, si el coche va poco cargado; y los 2,6 bares a 2,8 si el vehículo va 'hasta arriba'. Para conocer cuáles son exactamente, cada vehículo lleva una pegatina, que se suele ubicar en el umbral de la puerta del conductor o en la tapa del depósito de combustible. Si no la encuentras, abre tu manual de usuario del coche, busca en el apartado mantenimiento, ruedas o presiones, y ahí te lo indicará.

ALINEACIÓN –CONVERGENCIA Y DIVERGENCIA– Es el ángulo que tiene cada rueda respecto al eje longitudinal del coche. Si trazamos una línea paralela entre el centro del coche y el eje central del neumático; todo lo que se 'meta' hacia dentro será convergencia y todo lo que se abra de ese centro, será divergencia. Se regula a través del brazo de la dirección, realizando ajustes mínimos en el mismo. Gracias a ello podemos corregir leves cambios de posicionamiento respecto a los parámetros de fábrica debidos, por ejemplo, a un bordillazo o los baches.

Los vehículos con propulsión trasera se configuran con un cierto grado de convergencia porque, al desplazarse, por el empuje de la parte trasera, tiende a abrir el eje. Si lo colocamos en un ángulo abierto, al moverse, ese ángulo se acentuará. Es por ello que se gradúa con una ligera convergencia, para que al avanzar, por la propia fuerza del coche, las ruedas permanezcan siempre respetando el eje longitudinal.

En el caso de los coches con tracción delantera invertimos esta configuración y posicionamos los neumáticos con una cierta divergencia porque, al 'tirar' del coche, las ruedas tienden a meterse hacia dentro.

Problemas asociados: una mala configuración de este parámetro producirá una conducción más imprecisa, aumentando el riesgo al circular y también un deterioro prematuro del neumático.

Recomendación: a la hora de cambiar los neumáticos, realizar un alineado o 'paralelo' de la dirección nos asegurará una correcta pisada.

CAIDA –NEGATIVA Y POSITIVA– Representa el ángulo que tiene cada rueda respecto al eje vertical del coche. Eso significa que en un coche con caída negativa, la parte superior del neumático estará inclinada hacia el interior, hacia el paso de rueda; mientras que en la caída positiva, es la parte inferior del neumático la que está metida hacia el paso de rueda.

Por lo general, en los vehículos de calle este parámetro suele ser positivo ya que ayuda a mejorar el paso por curva del coche: Mientras la rueda que está en el interior se 'mete' ligeramente hacia dentro, para facilitar esa rotación; la que está en el lado externo pasa a negativa ofreciendo una mejor sujeción y apoyo. Sin embargo esto no es del todo así ya que, la caída puede pasar de positiva a negativa dependiendo del grado de giro que metamos al volante. Esto se debe a que los brazos de suspensión y todos los componentes que conforman la geometría del coche están pensados para ofrecer en cada momento el mejor paso por curva sin comprometer la seguridad y cuidando al máximo los neumáticos.

Por otro lado, en los coches de competición, la caída negativa permite que, cuando el coche está trazando la curva, la rueda exterior soporte un 70 u 80% de ese apoyo y se sostenga sin generar un balanceo ni un subviraje, maximizando su capacidad de tracción y de dirección.

Problemas asociados: es un parámetro que, en un coche de calle prácticamente no se puede tocar; sin embargo, la modificación de éste hace que el coche sea mucho más nervioso y brusco en sus reacciones. Igualmente, una caída negativa pronunciada hace lo que se llama efecto cono, que nos frena en las rectas. También afecta a un desgaste anormal del dibujo del neumático.

Recomendación: tener el reglaje de manera óptima nos ayudará a tener una mejor pisada y por lo tanto mayor control sobre el coche y menos desgaste del neumático.

AVANCE Es el desplazamiento, en ángulos y medido en grados, del eje de giro respecto al eje vertical de una rueda, destinada al viraje de un vehículo. La diferencia que tenemos entre el eje perpendicular del coche y el alineamiento de las rótulas de suspensión. El avance permite la 'docilidad' del vehículo circulando en línea recta haciendo que éste se 'autocentre'.

Este ángulo es el que hace que, en línea recta, cuando soltamos el volante, el coche se mantenga recto o bien, cuando estamos tomando una curva o haciendo una rotonda y dejamos de ejercer fuerza sobre el volante, éste quiera volver a ponerse recto. Cuanto más avance, más rápido volverá la rueda a su posición recta. Problemas asociados: si tuviésemos 'avance cero', es decir, que el eje estuviese perpendicular al coche, haría que éste fuese inconducible.

Recomendación: es otro de esos puntos que prácticamente no se tocan. Sin embargo, es importante prestar atención a cómo se comporta el coche en línea ya que, si vemos que se desplaza a un lado otro, cuando tendría que ir recto, es un punto que puede estar comprometido.

OTROS PARÁMETROS A TENER EN CUENTA

Ya hemos visto los principales puntos en la geometría de nuestro coche para conducir de manera eficaz, eficiente y segura. Sin embargo, y ahora que estamos en verano y viajamos más, no queremos dejar pasar la oportunidad de recordaros la necesidad de realizar un correcto mantenimiento del coche: pasar las revisiones cuando toca, no usar piezas baratas 'para ahorrar unos eurillos' y prestar atención a elementos de desgaste como discos y pastillas de freno o los amortiguadores, son un buen comienzo. Y hablando de amortiguadores, es imprescindible prestarles atención porque son los que mantienen conectado el neumático con el asfalto: Demasiado blandos provocarán una conducción imprecisa y pérdidas de agarre, mientras que unos muy dañados o colapsados repercutirán negativamente en otros componentes del coche.

Así que recuerda, cuida de tu coche como si fueses tú, porque un coche en óptimas condiciones nos ayudará a disfrutar más de él y tendrás que gastar menos en reparaciones, además de ser más seguro para ti, tus seres queridos y todos los que circulamos por la carretera.