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¿Qué hacer con las baterías de coche usadas? Esta empresa española tiene la solución

09/08/2020 12:30

Una vez termina la vida funcional de la batería de un coche eléctrico, son múltiples las soluciones a adoptar. Una de las más interesantes es la que ofrece una joven empresa española, que las reconvierte para su uso en el mercado fotovoltaico de los paneles solares.

Los coches eléctricos nuevos, a día de hoy, suelen ofrecer una vida útil en torno a los ocho años, lo que viene a suponer unos 3.000 ciclos de carga y descarga en total. En este período de uso, la batería pierde propiedades, el coche autonomía de manera sustancial y su uso se vuelve impracticable.

¿Qué hay que hacer entonces? Los coches no se pueden desguazar de manera corriente y sus piezas no se pueden aprovechar de manera directa. La mayoría de las baterías de estos coches son de iones de litio, que hacen uso de otros materiales de índole tóxica y contaminante con los que es difícil lidiar e imposible de reciclar.

Actualmente, por ley, las marcas de vehículos eléctricos son las que se tienen que hacer cargo de las baterías una vez se agota su ciclo vital y encargarse de su procesamiento. En este proceso de reciclaje hay dos vías. La primera es prensar las baterías para luego utilizar el material restante en otros menesteres. La segunda, más viable medioambientalmente pero más costosa, es el despiece concienzudo de la batería para separar los materiales y reciclarlos por separado.

Según la Unión Europea, actualmente solo se reciclan el 5% de las baterías, el resto terminan guardadas o destruidas de manera poco sostenible por lo que, ante el auge de la electrificación del sector, es imperante que esta actividad se extienda y se encuentren vías que faciliten su reciclaje.

Es en este sector donde aparece la empresa que hoy nos ocupa, BeePlanet, creada desde cero hace un par de años, en Navarra, por tres ingenieros españoles: Jon Asin, Agustín Idareta y Carlos Llonis. Su cometido es dar una segunda vida a las baterías usadas de los coches eléctricos como suministradoras de energía en instalaciones fotovoltaicas.

Según comenta Jon Asin y tras comprar las baterías a tres fabricantes con los que colaboran, ''las evaluamos y transformamos en baterías con capacidad de entre 4,8 y 12 kilovatios hora para autoconsumo a pequeña escala''. Este proceso deja una huella menor y es hasta un 30% más barato que el equivalente a fabricar una batería de cero.

Desde el Gobierno de la comunidad y el Centro de Desarrollo Tecnológico Industrial ya han recibido subvenciones por valor de 750.000 euros –diez veces el dinero que invirtieron para crear la empresa– e incluso Iberdrola, en su plan de extender una red eléctrica en nuestro país de 150.000 cargadores para eléctricos, los ha seleccionado para llevar a cabo sus pruebas, entre los que está el desarrollo de una nueva batería de hasta 200 kilovatios hora.

Sin duda, son proyectos a los que aplaudir, pues aparte de utilizar elementos tóxicos, las baterías hacen uso de materias primas que se agotarán con el tiempo. Como muestra, están las 250 toneladas de mineral que se necesitan extraer para obtener una tonelada de litio, lo que a su vez es únicamente suficiente para crear baterías para 250 coches eléctricos. Con todo ello, queda claro la importancia del reciclaje de estos elementos, más aún con la imagen y el cometido principal de los coches eléctricos, que es preservar el medio ambiente.