Clásico de clásicos: el Rolls-Royce de la Jura de la Constitución de Leonor

La jura de la Constitución de Leonor de Borbón, princesa de Asturias, ha permitido ver circulando por las calles de Madrid a dos de los tres Rolls-Royce Phantom IV que la Casa Real Española tiene en propiedad, dos limusinas de cinco y siete plazas, además de otro descapotable. 

Estas unidades se encargaron en 1948 y completan las 18 piezas de este modelo que se vendieron en exclusiva en todo el mundo, todas ellas a jefes de estado o miembros de la realeza, tal y como quería el fabricante británico. Además de los tres Phantom IV en manos de Patrimonio, en España sólo se puede contar una unidad más de este exclusivo coche, que se conserva en el Museo de la Torre Loizaga. Lo adquirió Miguel de la Vía en 1999.

Estos Rolls-Royce que acompañan a Leonor en la Jura de la Constitución, así como el tercero en propiedad, fueron encargados por la Jefatura del Estado Español y pertenecen desde entonces al Ejército de Tierra. Todos ellos están blindados, carrozados por Mulliner y son de color negro.

Los Reyes, la Princesa de Asturias y la Infanta Sofía llegan al Congreso de los Diputados, donde tendrá lugar la jura de la Constitución por parte de la Princesa de Asturias.#JuraConstituciónPrincesa

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— Casa de S.M. el Rey (@CasaReal) October 31, 2023

Lucen en el frontal el característico emblema del Espíritu del Éxtasis, pero en su versión arrodillada, que facilita la visibilidad por delante del vehículo, lejos del argumento que lo atribuye al tipo de clientes al que iban destinados. 

Para la construcción de los Rolls-Royce Phantom IV se tomó la base el Rolls-Royce Silver Wraith de 1946, con una mecánica de gasolina de ocho cilindros en línea, de 5.7 litros de cilindrada.

Además de participar en otros tantos eventos públicos de la realeza, estos coches son recordados porque Franco los utilizó antaño para diversos desfiles.