Ford Focus Saleen S121: el RS que conocieron en América

Durante los primeros años de Siglo XXI, el automovilismo vivía un episodio de cierta locura automotriz. La electrificación quedaba aún muy lejana, los SUV prácticamente no existían más que como una categoría de nicho y las películas de A Todo Gas, videojuegos como Need For Speed Underground y el 'tuning' en general golpeaban con fuerza al público más joven.

El primer Ford Focus RS es uno de esos coches lejos de ser perfecto, pero que a pesar de ello –o tal vez gracias a ello–, cuenta con un aura ya legendaria. Sin embargo, los americanos no pudieron disfrutar de la primera iteración de ese motor 2.0 litros turbo de 215 caballos. Por ello, Saleen, uno de los preparadores con más solera del continente, se dispuso a remediarlo.

El Focus irrumpió en el mercado estadounidense en el año 2000, un par de años después de que el coche hiciera lo mismo en el Viejo Continente. Para 2005, la gama americana contaba con un 'hatchback' de tres y cinco puertas, un sedán y una carrocería familiar. Los modelos más prestacionales tomaban de base el motor Duratec de 2.0 litros y origen Mazda, hasta que en 2002, la división SVT de la marca sacó al mercado la variante homónima, con el 2.0 litros Zetec de especificación europea que, junto a Cosworth, conseguía extraer 170 caballos a la mecánica.

Aun así no lograba alcanzar el nivel del RS, y menos cuando se descontinuó su producción en 2004 y su único reemplazo fue el ST, ofrecido únicamente en carrocería sedán y con unos ''escasos'' 150 caballos. Es por ello que ya en 2005, Saleen decidió tomar cartas en el asunto.

El preparador logró extraer 15 caballos más del motor 2.0 Duratec de 135 caballos del Focus básico de 2005 gracias a un nuevo esquema del filtro del aire y sistema de escape. También se actualizaron los frenos y se endureció la suspensión. Todo ello iba rematado por un kit estético algo recargado, pero hay que entender la época de la que estamos hablando.

Aun y así, las cifras quedaba todavía lejos de las del RS, ¿no? Cierto, por ello también se ofrecía la posibilidad de montar un sistema de óxido nitroso en el maletero –tan popular en aquellos años– con el que lograr un extra de 75 caballos más para redondear un conjunto mecánico de 225 caballos, superando así a la versión oficial.

En total se realizaron un total de 200 modificaciones, aunque no se sabe cuántas de estas fueron con el kit de nitroso. Todas tienen unos valores actuales en subasta en torno a los 10.000 y 12.000 euros.