DeLorean DMC-12, el sueño de un visionario convertido en icono popular del siglo XXI

Con el anuncio confirmado de que en agosto de 2022 se lanzará al mercado un nuevo vehículo completamente eléctrico con las siglas del famoso coche, este artículo hace un repaso a la historia de John DeLorean a través de prisma empresarial y que dio como resultado el nacimiento del DeLorean DMC-12, el sueño de un visionario convertido en icono popular gracias al celuloide pero que tuvo una vida corta y truculenta en el mercado

CREADOR DE LOS MUSCLE CARS

No se puede entender la historia del DeLorean DMC-12 sin conocer previamente la de su creador y su influencia en el mundo de los coches.

John DeLorean irrumpió en la industria del automóvil de los años cincuenta como un torbellino tanto por su estética –se tiñó el pelo de negro y llevaba camisas desabrochadas sin corbata– como por su estilo de vida –se casó con una casi adolescente y más tarde modelo Cristina Ferrare y además tocaba el saxofón–.

Tras licenciarse en Ingeniería Industrial, pasó por Chrysler, Packard y General Motors hasta convertirse en director general de Pontiac, división de GM, y alumbró al legendario Pontiac GTO, un intento desde Detroit de hacer frente a los Ferrari.

El proyecto se llevó en completo secreto a principios de 1963 y se montó sobre la base de un Pontiac Tempest, el cual se equipó con un motor V8 de 6.4 litros que estaba reservado a modelos deportivos y grandes berlinas. El éxito fue abrumador y lo que era un paquete opcional se convirtió en un modelo propio.

John DeLorean era tan buen vendedor encargó que componer una canción específica que interpretó el grupo de rock Ronny&The Daytonas. El resultado, titulado G.T.O., bebía de las influencias del mercado de la época con un sonido parecido al de los Beach Boys. Vendió un millón de discos y ayudó a incrementar las ventas del coche por encima de las 100.000 unidades. El single llegó al número cuatro en la lista de Billboard en 1964.

VUELO EN SOLITARIO

En octubre de 1975, su imparable ambición le lleva a fundar DeLorean Motor Company –DMC– para competir contra los grandes de Detroit con una idea clara en mente, su gran proyecto personal de lanzar el coche del futuro. El DeLorean DMC-12 tenía que condensar la esencia de su creador; un vehículo con glamur, pero asequible que, finalmente, no fue así.

Con un diseño firmado por Giugiaro, sus principales características eran las puertas con apertura alas de gaviota, el motor V6, en posición central trasero, de origen Peugeot Renault Volvo –PRV–, la luneta trasera de persiana y una carrocería con paneles de acero inoxidable. El cambio podía ser manual o automático.

El interior era amplio, reflejo directo del tamaño de su creador, un hombre de casi dos metros de altura; y se podía elegir en color negro o gris, con asientos de cuero, espejos eléctricos, aire acondicionado y columna de dirección ajustable.

DeLorean quería que su coche fuese duradero y seguro, además de ser sencillo de mantener. Hay que pensar que en Estados Unidos existe la filosofía de reparar los coches en casa. Por ello, los paneles exteriores, cinco veces más caro que el acero común, estaban fijados con tornillos en vez de soldaduras, para facilitar estas operaciones. Varias de las piezas del DMC-12 eran comunes con modelos del mercado europeo; mientras que el acero inoxidable de su carrocería no necesitaba pintura o protección alguna.

Por su parte, la elección de puertas de ala de gaviota tiene menor tendencia a obstruirse en una colisión, y además, estéticamente lo hacían más atractivo.

El precio de venta de la época era de 25.000 dólares –unos 22.000 euros–.

FÁBRICA EXPRESS

Para poner en marcha el proyecto, John DeLorean contó con inversiones en forma de préstamos comerciales del Banco de América así como de algunas asociaciones e inversiones privadas, entre las que estaban Johnny Carson o Sammy Davis Junior. También pidió incentivos lucrativos de diversos gobiernos y organizaciones económicas para pagar por la construcción de su fábrica

Su idea era levantar su primera planta en un lugar en donde el desempleo fuese muy elevado y, tras estudiar varias opciones, DeLorean aceptó una oferta de última hora de Irlanda del Norte, por la IDB –Industrial Development Board o Junta de Desarrollo Industrial–. El Gobierno británico vio en esta iniciativa la creación de empleos en una zona muy castigada por la violencia callejera y el terrorismo.

En octubre de 1978 comenzó a levantarse el edificio de 61.000 m² de superficie, se terminó en tan sólo dieciséis meses. La compañía fue conocida oficialmente como DMCL o DeLorean Motor Company, Ltd., y sus instalaciones se situaron en Dunmurry.

FRACASO COMERCIAL

El inicio de la producción del coche tenía que comenzar en 1979, pero los retrasos en la ingeniería y el presupuesto pospusieron la fecha hasta principios de 1981.

Los trabajadores eran casi todos inexpertos y en algunos casos no habían trabajado nunca antes. Esto propició unos informes desfavorables relativos a la calidad, que propició la creación del QAC –Quality Assurance Centers o Centro de Garantía de Calidad–. Éste se estableció en diferentes localidades de California, Míchigan y Delaware para solventar los citados problemas, especialmente centrados en el ajuste de las puertas o los paneles de la carrocería. Los DeLorean se entregaban, de serie, con una garantía de 12 meses.

Pese a todo esto, las ventas iniciales del DMC-12 fueron excepcionales hasta que en 1982 cayeron drásticamente debido al alto coste de producción. Esto hizo que DeLorean, buscase fuentes de financiación poco lícitos; y en octubre de ese año fue arrestado por cargos de tráfico de drogas. En diciembre de ese mismo año, la compañía entró en quiebra, con más de 2.500 trabajadores contratados y cien millones de dólares en inversiones.

En total, DMCL fabricó un total de 8.583 unidades en 1981 y 9.200 en 1982. 

En 1997 DeLorean Motor Company fue recuperada por el empresario estadounidense Stephen Wynne, que en el estado de Texas, comenzó con la fabricación de componentes para restaurar los vehículos existentes.

ICONO POP ACTUAL

La fama y reconocimiento de este vehículo llegó con la aparición, en el año 1985, de la película Regreso al Futuro –Back to the Future– dirigida por Robert Zemeckis y que contó con dos secuelas.

Su estética futurista fue uno de los reclamos principales y sirvió a Marty McFly –Michael J. Fox– y al doctor Emmett Brown –Christopher LLoyd– para moverse por el continuo espacio-tiempo. Curiosamente, la idea inicial fue emplear una nevera.

En cada una de las entregas, el DeLorean lució diferentes modificaciones y es la conversión a coche volador y su versión con ruedas de tren, dos de las más recordadas.

Denostado durante más de 30 años, ahora se ha convertido en un objeto de culto y coleccionismo, desde maquetas a escala hasta réplicas del original o unidades sin transformar.