Un Mundial que se juega en el espacio virtual y la cabeza de los pilotos

31/07/2018 17:28

Pero en los dos últimos GP, Lewis Hamilton ha recuperado nada menos que 32 puntos a Sebastian Vettel. De salir de Gran Bretaña 8 puntos por detrás a colocarse en Hungría 24 por delante.

Con respecto al pasado año, Vettel salió de Hungría 14 puntos por delante de Lewis. Por el contrario, en 2018 está 24 por detrás: es decir, ‘ha perdido’ 38 puntos.

Parece que a ‘Seb’ le pesa algo la presión y para Lewis, el sentirse presionado es un aliciente un plus, en esta temporada en la que la batalla por el título parece una auténtica montaña rusa, un sube y baja para ambos protagonistas.

En esto la temporada se parece bastante a la del pasado año. La alternancia en cabeza del Mundial de los dos pilotos favoritos… aunque este año, con un Raikkonen muy entonado y un Bottas que ha tenido algunos problemas, Ferrari presione mucho a Mercedes en la batalla por el título de constructores.

Tal como están las cosas el campeonato no se jugará en las pistas. Se jugará a distancia, en Brackley y en Maranello, en una partida virtual porque los ingenieros deberán apurar las horas de simulación y túnel para mejorar los coches, hacer que los neumáticos trabajen de la manera más eficaz posible. Y también en las cabezas de Vettel y Hamilton; el resistir mejor a la presión y no cometer errores -tampoco deben cometerlos los tácticos- será determinante.

Antes hemos dicho que Hamilton parece salir fortalecido de la presión y Vettel la acusa. Pero no sé si es exactamente un problema de fortaleza mental sino que viene influido por la presión recibida. Y está claro que un piloto de Ferrari, por el mero hecho de serlo, está sometido una presión espectacular por parte de tifosi y medios.

El pasado año en los inicios de temporada parecía que Ferrari podía batallar con Mercedes y los ‘tifosi’ encendieron sus ánimos. Al final la decepción fue patente… pero también la decisión de seguir para adelante y volver a intentarlo.

Como este año, Mercedes comenzó con algunos problemas, en aquel caso porque las gomas no trabajaban de forma adecuada, y Ferrari y Vettel parecieron poder adelantarse y finalmente Hamilton le alcanzó y superó. El golpe de Lewis en Monza, en casa de Ferrari, colocándose líder y el posterior abandono de Vettel en Singapur al que seguiría otro abandono por una banal bujía en Japón, decantaron el panorama hacia Lewis. Cuando éste tuvo problemas en México y Brasil, su ventaja era ya suficiente.

Este año Ferrari comenzó más fuerte que el pasado año. Su superioridad técnica ha sido clara. Si en la clasificación no se manifiesta ha sido por un par de errores… sobre todo el cometido por Vettel en Alemania: se salió con la carrera ganada. De coger 7 puntos más a Lewis, a perder 25. Son esos 32 puntos fatídicos que el británico le ha cogido en dos Grandes Premios.

Y si Vettel en Gran Bretaña celebró alborozado una victoria "en casa de ellos" (aludiendo a que la base del equipo Mercedes está cerca de Silverstone), Lewis le ha devuelto la moneda en la que debería ser casa de Sebastian… aunque también lo es de Mercedes.

Aún quedan dos GP europeos, los de fin de verano, Spa y Monza. Si la ventaja de Ferrari está sobre todo en el motor -como dice Wolff, quien dice no creer que los italianos tengan un truco ilegal, aunque asegura que tienen un truco- tienen una ocasión de oro.

Es una batalla entre dos pilotos, pero en la que jugarán un fuerte papel los ‘segundos’, Valtteri Bottas y Kimi Raikkonen. Puede restar puntos al rival… pero sobre todo en sus manos está el colaborar de forma decidida en que Mercedes o Ferrari se lleven el título de constructores.

Para Ferrari, el título de constructores sería una corona de consolación…. Pero una inyección de moral si no se logra la de pilotos. Su último título data de 2008… hace una década. Demasiado tiempo.

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