Sainz, mi hombre del día: de un stint excepcional a uno espectacular

Norris, con menos premio final del merecido por una rigurosa penalización por su incidente en la primera vuelta con Sergio Pérez. Russell, sin premio, porque hubiera merecido el premio de un punto, que defendió con uñas y dientes hasta el final.

Y Sainz, por su remontada gracias a un táctica contraria a todos, que al final le dio un quinto puesto que le permite dar prácticamente alcance a su compañero Charles Leclerc en el Mundial, dejar muy claro que para nada es el número dos en Ferrari y ofrecer unos puntos extras de constructores a la marca que le permiten seguir aspirando a ser el tercer equipo del campeonato frente a McLaren.

Las últimas vueltas de Carlos fueron de esas que te impiden seguir sentado en la butaca, que te hacen arrojar el bol de palomitas al suelo… e incluso pellizcarte.

La caza que hizo en las última 20 vueltas dando cuenta de Leclerc, que le abrió la puerta –bien visto por los estrategas de Ferrari–, y de Daniel Ricciardo, pese a que el Ferrari adolece de velocidad punta frente al McLaren y frente casi a todos los demás–, y cómo se lanzó a recortar diferencia con Pérez, conocedor de los diez de penalización del mexicano, algo que no fue nada fácil porque tras Ricciardo había perdido unos segundos preciosos frente a Sergio.

No sólo esto, en un determinado momento le discutió la vuelta rápida a Max Verstappen, hasta que el de Países Bajos, dada su ventaja, hizo una 'parada gratis' para colocar gomas nuevas y marcar un crono al que nadie se acercó.

Fueron vueltas emocionantes, irresistibles… ¡pero no decisivas! Cuando Carlos labró su quinto puesto fue en su larguísimo primer stint con los duros. No resaltó como en los últimos giros, pero fue de sacarse el sombrero.

Un dato: sin necesidad de recurrir a montar neumáticos nuevos al final, Carlos Sainz fue el único piloto que logró bajar de 1'08'', ganando siete décimas de segundo con respecto a su vuelta rápida del domingo pasado. Algunos diran que no acabó doblado hoy… pero ello fue por la parada extra de Verstappen, cuando ya estaba dándole caza para doblarle.

Pero volvamos a su primer stint. Carlos optó por salir con neumáticos duros; los duros de este Gran Premio no eran otros que los medios de siete días antes, las gomas que le dieron mejor resultado. Con ellas, su ritmo fue muy similar a los pilotos que le precedían y que montaban medios.

Y luego, cuando sus rivales montaron gomas nuevas, duras por supuesto, salvo en los dos o tres primeros giros de estos, su ritmo fue el mismo de ellos pese a que sus gomas tenían 35 vueltas vueltas más. Entre las vueltas 35 y 48, 13 vueltas, sólo cedió 5''517 a Leclerc; si descontamos las dos primeras vueltas cañón de las gomas frescas, entre la 39 y la 47 sólo perdió 1''126 respecto a Leclec. ¡Fantástico!

Después hizo su parada tardía para montar medios y sencillamente voló. Tras cambiar ruedas, todos sus giros fueron por debajo de 1''09, a excepción de los dos que hizo tras Ricciardo antes de adelantarle. La partida con Pérez parecía perdida a dos vueltas del final, pero Carlos se sacó un 1'07''762 de debajo la manga y decantó la batalla con el mexicano a su favor por menos de un segundo.

Seguro que ello no ha pasado desapercibido en los análisis de los otros equipos del paddock. Y ahora, a esperar el veredicto de Silverstone, un circuito que a priori no será precisamente amigo. Pero con la moral muy alta tras estos dos resultados austríacos.

Comparativa de ritmos entre Leclerc y Sainz en el primer stint: