Sacar ventaja y lance de carrera, dos situaciones opuestas

01/07/2019 13:33

No me ha sorprendido ni una ni otra decisión de los comisarios. En Canadá, en cuanto vi cómo Sebastian Vettel arrinconaba a Lewis Hamilton tuve claro de la penalización debía caer y en Austria, tuve muy claro que Max Verstappen no merecía sanción.

Es curioso cómo en Canadá buena parte de las redes sociales pensaron inmediatamente que el hecho quizás no merecía investigación, mientras que Austria se sorprendieron por el hecho de que los comisarios tardarán en comenzar la investigación.

Pero quizás lo que me ha producido más perplejidad ha sido la postura de Mattia Binotto ante ambas situaciones. Anunciar una apelación… para dejarlo en solicitud de revisión en el caso de Vettel ya era una marcha atrás. Lo peor fue anunciar pruebas concluyentes y casi irrefutables en favor de Vettel y que resultaron ser poco más que recortes de prensa. Y ahora, la defensa de Leclerc, en la que afirman que los comisarios han tomado la decisión equivocada.

Posiblemente algunos seguidores de Ferrari o detractores de Max piensen que los comisarios se vieron presionados por la activa marea naranja de seguidores de Max presentes en el circuito. Tanto o más importante, desde luego más numerosa, que la famosa marea azul de los grandes años de Fernando Alonso. Mientras que los tifosi del Cavallino parece que están un tanto en horas bajas. Y otros pensarán que los comisarios tuvieron en cuenta que era la primera victoria de Honda… ¡y sobre todo que era casa de Red Bull!

Creo que todas estas consideraciones no las tuvieron en cuenta, pero todo está aderezado con las polémicas creadas sobre el hecho de que los comisarios de la FIA, en su mayor parte, no han corrido nunca o no lo han hecho más que a nivel amateur e incipiente. Y algunos piden sólo comisarios expilotos como Emanuele Pirro o Tom Kristensen, que han tenido buena incidencia en las decisiones.

Para mí los dos incidentes son muy diferentes, tanto que no resultan comparables. En Canadá, Vettel cometió un error y, voluntaria o involuntariamente, sacó ventaja del mismo al cortar el camino de Hamilton. Que Vettel tenía dificultades para controlar el coche o que Hamilton quizás hubiera podido elegir el interior en lugar del exterior pueden ser atenuantes, pero en ningún caso una disculpa.

En Austria la cosa fue muy diferente. Verstappen metió el morro para adelantar a Leclerc, llegó a su altura e incluso quizás puso el morro unos centímetros por delante y el monegasco quiso defenderse. Uno se defendió a base de impedir que se abriera en la salida de curva y obligarle a levantar pie y el otro atacó a base de no hacerlo.

En mis tiempos de joven, cuando no había tantos comisarios y, sobre todo, estos no disponían las más de las veces que de las declaraciones de los pilotos y los controles, teníamos claro que el que metía el morro en el interior tenía la posición ganada.

Hoy con los medios tecnológicos a disposición –cámaras objetivas y subjetivas y telemetría– las cosas resultan mucho más complicadas porque las reglas con las que se juzgan en estos casos son de difícil redacción y, sobre todo, deben amoldarse a cada situación. Disponen de muchos más datos que los del simple aficionado, que como mucho ve las imágenes de un par de cámaras… mientras que el comisario no sólo tiene más, sino que puede analizarlas imagen a imagen. Y no sólo esto, en la cabeza deben tener la globalidad del Código Deportivo, su espíritu, y no la literalidad de un artículo concreto.

Lo tengo claro: en Montreal Vettel sacó ventaja de un error y en Austria fue un lance de carrera.

Como también tengo claro que no es de recibo no ya la tardanza en la decisión, sino que no se comenzara a investigar hasta que los pilotos hubieran cumplido con un protocolo estricto: las ruedas de prensa y la ceremonia de podio. ¿De qué vale un podio que puede resultar falso a los diez minutos? Ya… claro, la máxima de que el espectáculo debe continuar sigue imperando. Y no me digan que es lo mismo si no se superan las verificaciones técnicas; hay que asumir que éstas son complejas y delicadas.