Norris-Verstappen, un duelo de otros tiempos que quisiera seguir viendo

Reglas que maniatan a quien va delante. Por si no fuera poco el DRS, tampoco pueden moverse en las frenadas. Y en Austria había tres zonas de DRS consecutivas que hacían todavía más difícil cualquier defensa.

Ya no es sólo el no moverse sino el no poder defenderse. Tacharían incluso de ‘niñas lloronas’ a la mayor parte de pilotos de la parrilla actual. 

“No me ha dejado espacio”, dicen…. “¡Búscalo!”, les dirían los veteranos.

“Me ha sacado fuera”, señalan… “Has pecado de optimismo”, responderían.

“Me ha cerrado” se lamentan…. “¿Pensabas que iba a abrirte la puerta?”, dirían burlonamente. 

En otras palabras, “pasa si puedes”.

Los pilotos de hoy se quejan por la radio de todo. De los ‘track limits’ de quien les precede o les ataca. Quizás no sea exactamente una queja si no un mensaje para que dirección de carrera y los comisarios hagan algo, les ampare. Les ha convertido a todos, en algún momento, en ‘acusicas’… 

Y de paso se ha dado a los comisarios un protagonismo en nada deseable. Cómo en el fútbol, es lamentable que los árbitros se conviertan en protagonistas.

Viene esto a cuento, obviamente, del incidente entre Max Verstappen y Lando Norris, que les costó a ambos una posible victoria.

Queremos batallas en pista… y cuando estas se da, siempre hay alguien que sale escaldado… por los comisarios, claro.

El duelo Norris-Verstappen es el que quiero ver en las pistas… aunque acabe como acabó. Una cosa es la defensa dura y otra la incorrecta, aunque con las reglas actuales sea muy difícil saber donde está el límite y este sea muchas veces subjetivos… y de ahí las incoherencias en las decisiones arbitrales.

Hay un detalle importante en el acta de sanción a Max por parte de los comisarios. “Los comisarios determinan que el conductor del coche 1 tuvo la culpa principal y, por lo tanto, imponen la sanción mencionada anteriormente de acuerdo con los precedentes”.

En otras palabras, no toda la culpa fue de Max. Algo no hizo bien Lando. 

Los ‘legalistas’ pueden pensar que la sanción es justa con el libro de reglas actual. Los fans de uno y de otro piloto defenderán lo suyo, desde que no debía haber sanción a que debió ser mayor, pasando por los que piensa que es desproporcionado. Los ‘aficionados viejos’, los que entendemos las carreras sin tantas cortapisas y reglas, quizás nos acerquemos más al ‘lance de carrera’.

Y yo sigo pensando que es precisamente por estos ataques y defensas por lo que la F1 vale la pena. Y seguiré pegado al televisor como los fans de Curro Romero, torero glorioso y famoso por sus ‘espantás’, seguían al maestro por si aquella tarde daba esa pase que redimían de mil malas tardes.