La difícil sustitución de un motorista

Un supuesto nada sencillo en estos tiempos que corren. Antes de romper el contrato hay que tener un nuevo suministrador y eso no es fácil. Y si esto se consigue se puede empezar a pensar en una ruptura unilateral del contrato, si es que no hay una cláusula de prestaciones que lo facilite. 

Y no será una rotura amistosa claro está. Honda puede irse, pero no aceptará que la echen. El honor cuenta y mucho. 

Ni técnicamente sencilla en los tiempos que corren. Es cierto que se ponen los ejemplos de Brawn en 2009 o el más lejano vivido por McLaren cuando en plena temporada cambio el motor Cosworth por el TAG-Honda. Y esto es algo que Mansour Ojjeh, el hombre fuerte de McLaren ahora (no por la Fórmula 1 sino por todo el grupo) conoce bien, muy bien, porque fue él, como propietario de TAG. quien financió la fabricación de aquel motor por parte de Posche. Curiosamente TAG Heuer es el nombre que hoy tiene el motor Renault que propulsa el Red Bull, pero la firma de relojes ya no está en manos de Mansour sino que forma parte del imperio de marcas de lujo LVMH.

El McLaren-TAG no debutó hasta el GP de Holanda de 1983, a falta de cuatro para acabar la emporada e inicialmente en su sólo ejemplar, para Niki Lauda, ya que John Watson tuvo que conformarse con el viejo motor Cosworth hasta el siguiente GP. Pero el cambio estaba previsto desde hacía mucho tiempo: Ron Dennis había encargado a Porsche el V6 Turbo dos años antes y John Barnard había previsto ya el MP4/1 para que pudiera ser adaptado al nuevo motor una vez abandonado el Cosworth atmosférico.

En cuanto al Brawn, tuvo la ventaja de que los motores eran atmosféricos, V8, de dimensiones básicas prácticamente ‘normalizadas’, por lo que no fue difícil el cambio de propulsor en apenas unas semanas, cuando Honda anunció su marcha y el cierre del equipo y Brawn cerró el acuerdo para ‘rescatar’ el equipo y montar motor Mercedes… ¡por cierto, en 2010 el equipo fue comprado por Mercedes para poner en marcha su soñado equipo propio!.

Y para los japoneses, si el hipotético McLaren-Mercedes funcionara para ellos seria humillación doble.

En cualquier caso, la sustitución de motor no sería tan sencilla ahora. Es cierto que las dimensiones y pesos del motor térmico son similares, el problema es que habría que solucionar que todo el tema de las MGU (tanto la ‘Kinetic’ como la ‘Heat’) así como las baterías y la centralita de control no están implementadas de la misma forma en todos los motores, lo que implica un cambio profundo en el chasis por no decir un chasis y aerodinámicas completamente nuevos ya que arquitectura, volumen y peso son muy diferentes. Y eso requiere no menos de seis meses de trabajo. 

¿QUIEN SUMINISTRARÍA EL MOTOR?

El problema principal no son los 100 millones que aporta Honda más los 20 que costaría el nuevo motor ni el tener que cubrir el salario de Alonso –aparentemente pagado por Honda- porque los accionistas principales de McLaren tienen recursos financieros para hacerlo. 

El problema es saber quién suministraría el motor. Ni Renault ni Ferrari pueden este año. Mercedes ha sido invocada porque los propulsores previstos para Manor en teoría deben estar ahí, aunque eso es sólo teoría.

Para 2018 la cosa es diferente. Los tres motoristas están comprometidos con la FIA a que ningún equipo se quede sin motor. Pero no hay que olvidar que no hay motoristas independientes y que los actuales todos tienen equipo propio. A ninguno de ellos les gustaría verse superados (o derrotados) por un cliente, aunque esto les preocupa menos ahora ya que McLaren es un equipo en reconstrucción y su ascensión a la cumbre todavía debería tomar algún tiempo.

Pero ya se vio los problemas que tuvo Red Bull cuando quiso ‘escapar’ al motor Renault se encontró con amables negativas… o conformarse con motores de la temporada anterior, con un déficit de 50 caballos mínimo.

MÁS ALLÁ DEL DEPORTE

Pero todo esto se centra en las consideraciones de tipo meramente deportivo. Existen otros obstáculos extradeportivos (y que no tienen que ver con el presupuesto) que entran en juego. 

¿Se imaginan un McLaren-Ferrari? Yo no. No creo que interese a unos y otros. Después de todo son competidores máximos en el mundo de los GT y los supercars. Cuando Ron Dennis lanzó sus GT, lo hizo pensando en construir un mito capaz de rivalizar con los coches de Maranello. Los modelos ofrecidos por los de Woking son competencia directa de los italianos tanto en carreteras como en pistas. Es un tema nada desdeñable desde el punto de vista del marketing.

Con Mercedes las cosas tienen otro cariz. Si la marca de la estrella tiene equipo propio es porque no pudo hacerse con el control de McLaren pese a ser el máximo accionista. Tenían el 40% y querían hacerse con la mayoría, subir hasta el 60% cuando menos, pero ni Ron Dennis y Mansour Ojjeh quisieron vender. En lugar de ellos, Mansour encontró los fondos necesarios para comprar la participación de Mercedes ya que la marca de la estrella decidió crear equipo propio y a la vez desinvertir en McLaren y poner fecha de ’caducidad’ al suministro de motores, 2014.

También en Mercedes sentó fatal el tema del ‘spygate’ y la ‘multa’ de 100 millones que supuso. Pero sobre todo por la ‘expulsión’ del Mundial. Éste es precisamente uno de los temas por los que Fernando Alonso tiene complicado –por no decir vetado- su pase a Mercedes… salvo que sea imprescindible.

Y además está otro tema considerar. McLaren acaba de firmar un acuerdo con BMW para desarrollar motores de altas prestaciones para deportivos de calle. Y para Mercedes no sería muy bonito saber que los McLaren GT usan motores de uno de sus máximos rivales en el mercado.

Renault sufriría por partida doble. El problema no es tanto el que McLaren lleve sus motores y luche contra ellos, pese que el estado de ambos equipos, Renault y McLaren, es similar: en reconstrucción. El problema está en Red Bull, que no vería con agrado este suministro.

Queda el tema de un nuevo suministrador. Parece difícil que aparezca, sobre todo sin saber cómo serán los motores de 2020 en adelante; simplemente no serían. El grupo VW ya ha dado por activa y pasiva su negativa a entrar en la Fórmula 1 y no parece por el momento que estén cerca de reconsiderar su postura.

Otros dicen que BMW tiene listo un motor… pero nadie lo ha visto y los bávaros parecen estar muy cómodos compitiendo con coches derivados de serie, al menos teóricamente. 

La situación es complicada y delicada. Y seguro que dará mucho que hablar esta temporada. En Fórmula 1 no todo vale… salvo que sea imprescindible para ganar. La victoria hace que enemigos acérrimos se alíen o que por lo menos aparquen y olviden de momento diferencias irreconciliables.