Gran Bretaña coloca a Turquía como destino de riesgo

A partir del 12 de mayo, todos los viajeros procedentes de Turquía, ya hayan estado en el país o simplemente pasado por allí en tránsito, deberán cumplir diez días de aislamiento al volver a Gran Bretaña.

Una cuarentena que, además, debe cumplirse en hoteles específicamente señalados y con gastos por cuenta del viajero. El coste de este aislamiento se cifra en unos 2.000 euros.

En estas condiciones, el viaje de los equipos –siete de los diez tienen base en Gran Bretaña– o empresas vinculadas a la Fórmula 1 supone serios problemas.

Aunque en el pasado las autoridades británicas han acordado derogaciones para el personal de la F1 –buena parte del cual ha sido vacunado este año en Baréin–, en esta ocasión las cosas pueden cambiar porque será el primer país que está incluido en la 'lista roja'.

Por el momento, la F1 no ha reaccionado ante el anuncio y se ha limitado a tomar nota, añadiendo que estudiarán las restricciones del Gobierno de Gran Bretaña con todo detalle en los próximos días.

Turquía no estaba al principio en el calendario, pero se incluyó ante la anulación del Gran Premio de Canadá. El año pasado la carrera turca llegó al Campeonato precisamente también como sustituta y resultó muy interesante.

La F1 debe tomar una decisión rápido. El domingo anterior al GP turco se corre en Bakú y los equipos necesitan plantear la logística en función de si son dos pruebas consecutivas o no.

Cabe recordar que la F1 viajó el año pasado a varios Grandes Premios como si se tratara de una 'burbuja', aislada del contacto con la población local, con los permisos gubernamentales correspondientes.