Carlos Sainz y la presión de un coche ganador

El 'team principal' de Ferrari sacó hierro al accidente de Carlos en la Q2.  Entendió que el madrileño debe superar un momento delicado que no todos los pilotos consiguen 'disfrutar'. "Es la primera vez en su carrera en el que dispone de un coche lo suficientemente rápido como para batirse por las mejores posiciones. Simplemente debe habituarse a ello. Y estoy seguro que lo hará rápidamente porque sé que es muy inteligente y sabrá gestionar la presión".

Nico Rosberg, excampeón mundial de F1 y hoy comentarista de la categoría, es prácticamente de la misma opinión. "Creo que la presión le está jugando una mala pasada. Estar en Ferrari y de repente encontrarse entre las manos un coche capaz de luchar por las victorias en los GP e incluso alcanzar el título es la presión más grande que puede tener un piloto de F1. Mentalmente no hay nada más complicado".

Y todavía más si el máximo rival es el compañero de equipo, como es en este caso Charles Leclerc. Nico lo conoce muy bien. Lo sufrió con Lewis Hamilton en Mercedes; tardó años en superarle. Y el propio Lewis conoció algo similar en 2007 cuando su pugna con Fernando Alonso acabó regalando el título a Kimi Raikkonen tras algún error clamoroso; por ejemplo, la salida de pista en China al entrar en boxes.

Sainz ha sufrido dos contratiempos importantes y casi seguidos. La impaciencia por ganar posiciones tras los problemas de la clasificación de Australia, cuando vio sus opciones de salir delante a causa de una bandera roja y en el segundo intento sufrió un problema de motor. Tuvo impaciencia para recuperar plaza y llegó a Imola 'con la lección aprendida y asimilada'.

Rosberg ha explicado asimismo que esta situación es más complicada si, como en el caso de Carlos, tienes un compañero como Leclerc, muy rápido, en gran momento de forma, lo que es una presión adicional. "Debe buscar la forma para superar este momento, aprender de los errores cometidos en estos dos Grandes Premios y seguir su propio camino sin dejarse abatir por la presión".

Es algo que Carlos ha hecho con una carrera sprint impecable, remontando seis posiciones, de décimoacuarto, la mitad del trabajo hecho… dejando claro que había superado el momento.  Hizo lo que Binotto deseaba, lo que Mekies estaba seguro que haría.

Y sobre todo, Sainz se habrá sentido reconfortado, porque el viernes abandonó el circuito convencido de que el Gran Premio era largo y las cosas irían mejor.

Binotto estará reconformado. "Comete errores, pero progresa. Va cada vez más rápido, cuando rueda siempre va muy rápido. Estamos muy contentos con él, de cómo se ha integrado en el equipo. Así que creo que todo es una cuestión de gestionar la presión". Y Binotto confía –sabe– que Carlos lo logrará, por eso le ha renovado por dos años más, hasta 2024.