Atmósfera irrespirable en Haas

Si en Haas reinaba la tensión antes del GP de Países Bajos, tras el mismo la situación es todavía más tensa... y muchos piensan que una cierta armonía, de mínimos, es poco menos que irrecuperable.

La situación es clara. Mick no quiere saber nada de seguir siendo compañero de Mazepin, y posiblemente tampoco le atraen los planes de futuro de Haas. Y el equipo tampoco desean seguir con el alemán, no por cuestiones deportivas, sino dependen del patrocinio de Uralkali, es decir, del padre de Nikita Mazepin.

Por otra parte, de cara a un cambio tan drástico de reglas, contar con un piloto con cierta experiencia sería interesante. Es difícil pensar que Mazepin y Schumacher hayan podido aprender mucho este año al respecto porque Haas no evolucionado nada, de hecho, el coche es casi idéntico al pasado año y por no gastar ni siquiera han gastado los tokens para desarrollo disponibles.

Si a Países Bajos se llegó ya con los ánimos crispados y con Guenther Steiner –jefe del equipo– sin tener muy claro cómo controlar la situación, con largas en la búsqueda de la solución, con lo que es un problema enquistado que crece GP a GP. 

"Debemos hablar de ello antes de Monza para evitar que esto vuelva a suceder. Ya he intentado explicarles", se limitó a decir. Una gestión de la situación que es muy opuesta a la que tuvo en el pasado con Grosjean y Magnussen; entonces no dudaba en criticarles, pero ahora parece que tiene las manos atadas y la lengua cosida.

Rivalidades duras, irreconciliables, entre compañeros de equipo las ha habido siempre: Villeneuve-Pironi, Senna-Prost o Hamilton-Rosberg. Pero una cosa es la rivalidad con el título en juego... y otra cuando el único consuelo es no ser el 'farolillo rojo', como es este caso.

En la primera curva de Zandvoort los Haas se tocaron y el ala delantera de Mick cedió, obligándole a parar en boxes a sustituirla. “No pudo soportar verme delante”, ha dicho Mick, quien dijo que “en Zandvoort no soy el único piloto que ha sufrido su comportamiento”. Mazepin también tuvo sus más y sus menos con Latifi y Pérez.

En Ferrari saben de esta situación. Y no es la que quieren para su pupilo, pese a las evidentes sinergias que tiene con el equipo de origen americano. El camino de Alfa Romeo parece trazado para el alemán, lo que representaría la salida de Giovinazzi que, de todas formas, muchos dan por hecha.