Mad Max Verstappen, más allá de la curva tres

01/07/2019 09:53

En opinión de los comisarios, lo sucedido entre Max Verstappen y Charles Leclerc en Austria es un episodio muy distinto a lo acontecido en Canadá. Lo califican como lance de carrera, algo con lo que Ferrari pese a acatar la decisión, no sólo no está de acuerdo, sino que creen que es una decisión equivocada.

Si a alguien le interesa y me pide mi opinión, repetiré más o menos lo mismo que escribí en el anterior texto publicado aquí. Reglamento en mano, si lo de Canadá era sancionable, lo de Austria también debería serlo. Circuitos diferentes, acciones y situación diferentes, sí, por supuesto. Por ejemplo, en Canadá Vettel cometió un error y de aquellos barros, estos lodos que todos sabemos y pudimos ver. En Austria ninguno de los dos pilotos cometió tal error, fue una lucha por posición, pero eso no quita que las reglas sean las mismas y así debieran haberse aplicado de haber sido consistentes. Por qué no se hizo esto es harina de otro costal.

Quien quiera que entre en teorías conspiranoicas y elija la que más le guste para malgastar su tiempo, no seré yo quien lo haga. La de que no se sancionó a Verstappen para que no se marche de Red Bull tiene su miga, la de que se mantuvo la victoria del equipo de la bebida energética para que Honda se apuntase la primera de la era híbrida y poder restregárselo a Renault o a Mclaren provoca hilaridad. Siempre viene bien reírse, no lo voy a negar.

Si te ves obligado a alargar la trazada para adelantar a tu rival, hazlo, pero deja espacio. "All the time you have to leave a space", que dijo aquel.

De igual manera que opiné tras el affaire entre Hamilton y Vettel en Canadá, pienso que de haber sancionado a Verstappen, hubiese sido injusto y perjudicial para el espectáculo.

De lo de Hamilton y Vettel me retracté, pero no lo haré con lo sucedido en la curva tres en Austria. Pero aquí quizá influya mi necesidad de esas peleas cuerpo a cuerpo en la pista, de las que dejan marca de neumático en el pontón y que tan poco vemos. Reconozcámoslo, todo aficionado al deporte de motor tiene su puntito granuja y en el fondo esboza media sonrisa cuando ve una pelea así. Quizá no sea muy decente ni políticamente correcto admitirlo, sobre todo en público, dado que el motor en general es peligroso. Sí, tal vez sea irresponsable e imprudente reconocerlo. Tal vez influya también que en Canadá había un muro cerca y en Austria, una buena escapatoria de asfalto.

El problema de fondo es, de nuevo, la consistencia. Mejor dicho, la falta de ella a la hora de aplicar las reglas. Se crean precedentes nada buenos la mayoría de las veces. Quizá el próximo en hacer una maniobra así sea el propio Leclerc. Tal vez la próxima vez que necesite defenderse el monegasco no sea tan honrado, porque está claro que Leclerc espabilará y es de esperar que no cometa el mismo error dos veces. ¿Qué sucederá entonces? ¿Se sancionará la próxima vez una acción similar? Nadie es capaz de adivinarlo.

Binotto ha expresado que "como solemos decir, deberíamos dejar a los pilotos libres para luchar, ya que en general esto será bueno para la F1" y ha terminado felicitado a Verstappen con estas palabras: "Así que 'bravo' para Verstappen, él pilotó una carrera fantástica, igual que Charles. Habrá otras oportunidades para nosotros en el futuro.”

Sin embargo, por el otro, ha dejado claro que "hay reglas claras para evitar que a pilotos como Leclerc se les obligue a salir de la pista, las mismas reglas que se han aplicado en las últimas carreras", en clara referencia a cómo aplicaron dichas reglas a Vettel en Canadá de manera totalmente diferente, en su opinión.

Ferrari ha estado a punto de ganar tres carreras esta temporada. En todas ellas las lideró casi hasta el final, de hecho, en Canadá fue así. Lideraron 47 de 58 vueltas en Baréin, 70 de 70 vueltas en Canadá y 59 de 71 vueltas en Austria. Sin embargo, Ferrari no ha ganado ninguna de ellas.

Bastaría una corta búsqueda en artículos anteriores de este blog para saber de qué pie cojeo en muchos aspectos. Así que no voy a esconderme, sería una tontería. No hace tantos meses que me descubrí como seguidor de Senna, un poco de Prost, que repito, es algo que jamás vi incompatible, y de ese piloto que siempre termina apareciendo en los comentarios, aunque yo no lo nombre, ni haga referencia a él en el texto.

Cuando terminaba la temporada 2018 alguien, conocedor de mis debilidades, me preguntó a quién seguiría o apoyaría en la siguiente. He de reconocer que, ante mi total desconocimiento sobre Leclerc, respondí que iba con Verstappen. Argumenté que en una F1 dominada prácticamente por Mercedes y con Ferrari como casi única alternativa –al menos el año pasado todo parecía indicar esto–, tanto Max como Red Bull son los que iban a contra corriente, los únicos que veía capaces de romper esa monotonía, prácticamente los únicos en contra del orden establecido.

Quién me lo iba a decir a mí, yo apoyando a Red Bull. El caso es que han logrado romper el dominio de victorias y dobletes de Mercedes antes que Ferrari. Y motorizados por Honda, nada mal para un 'motor de GP2', aunque poco tenga que ver este motor con el de su época junto a Mclaren. Esto es algo que el equipo Renault, tanto como equipo oficial como motorista, debería empezar a mirarse, por cierto, no en vano en principio les llevan algún año de ventaja en la era híbrida.

Verstappen me recuerda a alguien que prefiero, de nuevo, no nombrar. Ya se encargará de ello alguien en los comentarios con toda seguridad. Tiene, por supuesto, el instinto asesino necesario. Es un 'killer', se le ve a la legua. Madura poco a poco, pero lo hace y lo logra sin perder ese punto canalla. Es un soplo de aire fresco y, sobre todo, no se rinde. Donde otros pilotos arrojan la toalla, Max no se somete. Incluso aunque pilota un monoplaza en principio inferior a ellos, si surge la ocasión, planta cara a cualquier Mercedes o Ferrari que se le ponga por delante, sin doblegarse hasta que no le queda más remedio que hacerlo o le paran los pies por lo civil o por lo criminal.

Leclerc parece ser de otro estilo, incluso, felicitó vía Twitter a su rival:

Junto a Max, Leclerc creo que es uno de los mayores talentos que ha aparecido en este deporte en década y media. El tiempo lo dirá, igual que de Verstappen, que de momento le lleva unos años más de ventaja y de experiencia. Charles parece un 'gentleman', al menos de momento. Esto no quiere decir que carezca de instinto asesino, sino que lo disimula mejor o lo muestra sólo cuando es necesario, a Max se le ve venir la mayoría de las veces, incluso se le espera. Creo que tanto él como Max nos van a deparar grandes tardes de gloria. Liberty Media, FIA y sus equipos mediante, a los aficionados y a la F1, si alguien hay capaz de salvarla son ellos, junto a Carlos Sainz, Lando Norris y un par más que quizá se me olvidan.

Por cierto, como nota curiosa, no es la primera vez que Max Verstappen y Charles Leclerc tienen sus más y sus menos, aunque con final diferente:

Para terminar, no olvidemos que hay otro problema de fondo, además de la inconsistencia al aplicar el reglamento del que muy pocos se han dado cuenta. Hace 15 días nos quejábamos de lo soporífero que había sido el Gran Premio de Francia. Lo de Austria ha sido un oasis en medio de ese inmenso desierto iluminado por la estrella abrasadora de tres puntas. Ha costado llegar a la novena carrera de las 21 de esta temporada para romper la monotonía. Quedan 12 Grandes Premios. Por pura estadística, alguno más ha de dejar de ganar Mercedes, lo que no sabemos es en favor de quién. Alguno ha de ganar Ferrari, tal vez de la mano de Leclerc, pero nadie se atreve a jugarse su dinero con apuestas. No me sean mal pensados, cuando hablo de que nadie se atreve a jugarse su dinero en ello, no me refiero a apostar si Ferrari ganará algún GP este año, sino a si Mercedes lo perderá.

Como ha dicho Binotto y así le hice referencia unas líneas más arriba: "Deberíamos dejar a los pilotos libres para luchar, ya que en general esto será bueno para la F1". No puedo estar más de acuerdo.

Saludos.

Javi C.