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Terminado el decimonoveno Gran Premio de esta temporada, se acabó nuestra dosis de 'droga' por este año. Y como casi nos vamos a diciembre, ya ni el Race of Champions nos salva, pues ya ha sido celebrado.

Última carrera de la temporada, esto ha volado. Sinceramente, pensé que tendría muy difícil hacer el artículo de hoy, pues lo normal es que no haya novedades a estas alturas. O al menos lo era. La Fórmula 1 se ha convertido en un desarrollo continuo.

Se acabó el Gran Premio de Brasil, uno que no pasará a la historia como el más entretenido de la historia. No podemos decir que ha sido por culpa de Fernando Alonso, que se ha esforzado por dar el espectáculo tomándose con humor la escasísima fiabilidad de su coche.

Seguimos con la gira americana y llegamos a Brasil con todo ya decidido. Es una lástima, pues este circuito siempre trae sorpresas en su carrera, es de los más moviditos. Con todo ya decidido no vemos grandes novedades técnicas en los equipos, solo lo típico, adaptaciones.

Lo primero es disculparme por no haberos traído el repaso a las novedades que ha habido en este circuito, he estado todo el fin de semana desconectado. En compensación, os traigo unos pequeños detalles antes de meterme de lleno en el análisis de los tiempos.

Pues ya está, Hamilton es campeón del mundo de nuevo, por tercera vez. Y segunda consecutiva, también para Mercedes. El dominio de estos coches es innegable, si en algún punto de la temporada parecía que los Ferrari se acercaban, esa cercanía se esfumó.

Volvemos a la normalidad de estos artículos en Austin, aunque seguimos pasados por agua. Nadando casi. Hay que decir que la previsión se mantiene para todo el fin de semana, así que los datos recogidos en la primera sesión son útiles.

Algo más tarde de lo habitual, pero aquí llega este análisis de la carrera de Rusia. Una carrera que ha sido muy accidentada desde un primer momento, con algún despropósito de por medio.

Hace poco, Omnicorse sacó a la luz un dato que de ser verdad habla sobre las diferencias de rendimiento entre motores. Dado que durante las dos primeras sesiones de entrenamientos libres en Sochi se ha rodado tan poco, casi no se ha visto nada en pista, así que ese dato me viene de perlas para un artículo que hoy se saldrá un poco de lo habitual.

Pues sí, Mercedes, aunque no se haya visto mucho por televisión, ha vuelto a dominar con todas las de la ley. Pero como digo, se han quejado de que no han aparecido en la realización, tan solo seis minutos, cuando se supone que les corresponde bastante más. Estos minutos se traducen en dinero, de ahí el cabreo. Así que los más conspiranoicos pueden seguir con sus teorías en contra de Mercedes, todos contentos.

Suzuka siempre es un circuito interesante. Es un trazado tremendamente rápido donde la carga aerodinámica reina. Las 'S' son todo un desafío para el chasis, y es lo suficientemente rápido como para que el motor tenga algo de influencia. Estamos pues, ante una pista de Mercedes que nos ha sacado de dudas sobre el rendimiento real de las flechas de plata.

La noche aturde a todo el mundo. Esa podría ser la conclusión de esta carrera, si exceptuamos a Vettel. El alemán hizo y deshizo a su gusto en esta carrera, gracias al gran ritmo de los Ferrari. Ricciardo nunca fue rival, aunque lo pareciera en algún momento.

Dejamos Monza para irnos al punto opuesto, el circuito de Marina Bay. Y es que el GP de Singapur es todo lo contrario, un exigente circuito que es prácticamente curva tras curva, urbano y por la noche. Vamos, nada que ver.

Segunda carrera consecutiva en la que hay jaleo con Pirelli. La victoria de Lewis Hamilton ha quedado en el aire hasta horas después del final de la prueba. Y todo porque ridículamente, en vez de mejorar sus neumáticos y seguir un desarrollo constante, Pirelli ha decidido dar una suerte de “recomendaciones obligatorias”.