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A pesar de los numerosos problemas de fiabilidad que los propulsores Renault dejaron en el Gran Premio de China, con Daniil Kvyat y Max Verstappen tirados en la cuneta con sendas roturas, Franz Tost ha señalado que aún confía en que los de Vichy acaben por resolver sus problemas.

“Lewis, aumenta el ritmo”, fue uno de las mensajes por radio más repetidos durante el pasado Gran Premio de China a consecuencia de las quejas de Nico Rosberg, que señalaba que la lentitud, a propósito o no, de su compañero, estaba comprometiendo su carrera tras ver por el retrovisor la mancha roja del Ferrari de Vettel.

A pesar de la victoria de Sebastian Vettel en Malasia y los continuos avisos desde Ferrari hacia la escudería de Brackley, lo cierto es que, hoy por hoy, nadie duda de la supremacía de los dos Mercedes, una situación muy poco favorable para el espectáculo de un deporte en el que, carrera tras carrera, las flechas de plata parten como favoritas.

Cuentan con la pareja de pilotos más joven de toda la parrilla y, sin embargo, a pesar de su inexperiencia en la Fórmula 1, tanto Carlos Sainz como Max Verstappen han dejado unos destellos de brillantez que incluso deslumbran a Franz Tost, jefe de equipo de Toro Rosso. En Malasia, Verstappen se convirtió en el piloto más joven de la historia en puntuar y los de Faenza llegaron a China en la quinta posición del Campeonato de Constructores, por delante de Red Bull, posición que han perdido en Shanghái principalmente por fallos mecánicos.

La carrera de Shanghái no estuvo exenta de polémica ni siquiera en la ceremonia del podio, una celebración en la que, como tradición, se descorcha la botella de champán y los pilotos riegan todo lo que encuentran a su paso invadidos por el júbilo y la felicidad. Tras conseguir su segunda victoria de la temporada, exultante, Hamilton regó con espumoso a Rosberg, Vettel y, también, a una de las azafatas presentes, gesto que ha sido ampliamente criticado por una organización anti sexista con base en el Reino Unido, que condenó las acciones del británico y le exigió que pidiera perdón.

Tras su buen hacer en China, donde ambos C34 se colaron entre los diez primeros en carrera con Nasr finalizando en la octava posición y Eriscssonn en la décima, Sauber llega a Baréin esperando mantener la línea vista en Shanghái y con la ilusión de volver a ser competitivos gracias a algunas mejoras aerodinámicas y las múltiples opciones estratégicas que el abrasivo asfalto de Sakhir puede ofrecer.

Tras el baño de realidad de Shanghái, lejos parecen quedar los días de euforia posteriores a un GP de Malasia en el que tras la victoria de Vettel muchos vieron en Ferrari una amenaza y alternativa real a la supremacía de los Mercedes. En China, Rosberg y, sobre todo, Hamilton, volvieron a demostrar quién manda y dominaron sin miramientos un fin de semana en el que la carrera estuvo controlada de principio a fin por el de Stevenage por delante de su compañero de equipo, Vettel y Räikkönen, quienes declararon al término de la prueba que habían ocupado las posiciones más altas posibles teniendo en cuenta su rendimiento.

En China volvimos a ver cómo Williams se mostraba un peldaño por debajo de los Ferrari en cuanto a rendimiento se refiere, confirmando que, de momento, han abandonado la teórica posición de "segunda fuerza" con la que iniciaban esta temporada.

Gran carrera de Ferrari, que se confirma como segunda fuerza del mundial y que, gracias a Vettel, ya lleva tres podios consecutivos. Hoy, Mercedes ha estado intratable y ambos pilotos reconocen que han llegado al máximo posible. No obstante, segurián empujando para poner en apuros a las flechas de plata.

Gran carrera para McLaren queha visto como por primera vez en la temporada ambos coche shan conseguido llegar a la meta, objetivo que se plantearon desde ayer en clasificación. Button y Alonso, incluso se han permitido el lujo de luchar contra Pastor Maldonado, en posiciones retrasadas por culpa de sus errores. El positivismo inunda Woking, pero también la cautela, y saben que aún les queda mucho por mejorar.

La FIA ha comunicado que tanto Jenson Button como Roberto Merhi han sido penalizados, el británico por su toque con Pastor Maldonado y el español por no mantenerse por encima del tiempo estipulado durante el período de Safety Car. Button batallaba por ganarle la posición a Maldonado cuando, en la vuelta 50, intentando pasar al venezolano en la primera curva, medía mal las distancias y en la frenada se llevaba por delante al de Lotus rompiendo parte de su alerón delantero y provocando que Pastor trompeara.

En las mismas condiciones, Lewis Hamilton ha vuelto a batir a su compañero de equipo y demostrar que, ahora mismo, está un paso por encima de él en lo que a pilotaje se refiere. El alemán demostró ayer su frustración por radio cuando le pidieron que apretara para llegar antes de que se acabara el tiempo en Q3, y hoy, enfadado, ha señalado que su carrera se ha visto comprometida por el comportamiento de Hamilton, algo que el británico negaba minutos antes.

Después del pequeño paréntesis de Malasia, Hamilton ha vuelto a vencer y ya es la tercera victoria consecutiva que consigue en un circuito de Shanghái en el que este fin de semana ha brillado con luz propia, dominando todas y cada una de las sesiones.

Tras no poder estar en Australia y abandonar en Malasia por problemas mecánicos, Fernando Alonso ha conseguido finalizar el Gran Premio de China y, además en la decimosegunda posición después de aprovecharse del toque entre su compañero de equipo y Pastor Maldonado.

Poco a poco, McLaren-Honda va reduciendo la brecha que le separa de la cabeza y, durante todo el fin de semana, han mostrado una competitividad insólita para la formación en lo que llevamos de año, algo que, incluso, ha hecho soñar con entrar en la Q2, aunque finalmente no se ha materializado.