Abarth

HISTORIA DE ABARTH

Nacido como una empresa centrada en la producción de automóviles deportivos, de pequeña cilindrada, debe su éxito sobre todo a los silenciadores homónimos, producidos para automóviles de marcas como como FIAT, Alfa Romeo, Lancia, SIMCA, Autobianchi y Porsche.

Después de la Segunda Guerra Mundial, la fábrica de automóviles Cisitalia pasaba por graves problemas financieros y el 31 de marzo de 1949, un joven Carlo Abarth adquiere junto a Guido Scagliarini la empresa y funda Abarth & C. El logo que tan famoso se ha hecho a lo largo de los años no es más que la representación gráfica del signo del zodiaco de Abarth, que era Escorpio.

El taller hizo su debut en el mundo de las carreras con el Abarth-Cisitalia 204, ganando el "Palermo-Monte Pellegrino" el 10 de abril de 1950, gracias al experto piloto Tazio Nuvolari. 

Sin embargo, por aquellas fechas Carlo ya intuye que para diferenciarse del resto necesita algo que capte la atención, imaginación y deseos del público. Así crea los primeros silenciadores Abarth que, además de aumentar el rendimiento emitían rugido inconfundible. Tal fue su éxito que pronto comenzó a vender kits, especialmente para el Fiat Topolino, a precios muy asequibles.

Para 1953, Fiat decide lanzar el 1100 y Abarth ve la oportunidad de desarrollar sus primeros modelos propios, a partir de un coche existente. Además de los Abarth Cisitalia 205 y Abarth Cisitalia Abarth 207A Boano, encontramos el Abarth 1100 Sport. Ese mismo año, los resultados de la empresa empiezan a despuntar: la plantilla ya es de 70 empleados, las exportaciones representan un 10% de la facturación total y casi 50.000 silenciadores son producidos.

El éxito y fama mundial llegarán en 1956, de la mano del nuevo modelo de Fiat para el cual Abarth creará toda una línea de complementos: Se trata del Fiat 600, sucesor de la nuova Fiat 500. Así nace el Abarth 750, un vehículo al cual se le modificó la cilindrada pero que mantenía muchos de los componentes y reglajes de la variante de serie, lo que le permitía utilizar los recambios originales. El coche bate en ese año varios récords en la Mille Miglia y Monza; en su categoría.

Los crecientes éxitos comerciales y deportivos de la casa del escorpión hacen que Carlo Abarth se tenga que plantear un cambio de ubicación para la fábrica y, en 1957, se trasladan al número 38 de la calle Corso Marche. Esta localización también es significativa debido a la proximidad de la pista de aterrizaje de Campo Volo, en el cual se probaban los bólidos.

Un año después, dos de los carroceros italianos más importantes de Italia, Zagato y Pininfarina, crean una serie de carrocerías específicas en 1958, a las cuales Abarth también motorizará, para darles un toque más deportivo. Sin embargo, este año será recordado como el del nacimiento del primer Abarth 500 con un sistema de escape creado de cero por la compañía y acompañado de carburadores Weber. En febrero de ese año, el conocido como Cinquino, recorrió durante siete días y siete noches  el anillo de alta velocidad de Monza, con una velocidad media de 111 kilómetros/hora.

A finales de la floreciente década de los 50, Carlo Abarth ya estaba muy bien posicionado y valorado y decide adentrarse un poco más en el mundo de los GT con la creación del Abarth 2200 Coupé Allemanno, un coche diseñado Giovanni Michelotti y construido por Carrozzeria Allemanno, que contaba con un voluntarioso motor de seis cilindros. Incluso se llegó a construir una versión descapotable. Tal es la fiebre de Carlo por los GT que trabaja en proyectos como los Abarth 1600 Coupé y Spider, con carrocería de Allemanno y Ellena; e incluso los más pequeños 850 Scorpione y 850 Spider Riviera, que utilizaban una mecánica derivada del 750.

En la década de 1960, Abarth & C. continúa con sus éxitos en el mundo de las carreras, tanto en circuitos como en competiciones de montaña, especialmente en las categorías entre los 850 centímetros cúbicos y los dos litros de cilindrada –en la cual se batía contra el Porsche 904 y el Ferrari Dino–.

Con la entrada en escena del nuevo buque insignia de Fiat, el 2300, en el año 1961, los talleres de Abarth crean un nuevo GT para sustituir al 2200, basado en la nueva berlina de Turín. Así nace el Abarth 2400 Coupè Allemanno, con un motor de seis cilindros y 142 caballos. Sin embargo, sólo se exhibirá en 1964 en el Salón del Automóvil de Ginebra y será el coche personal de Carlo Abarth.

Para 1966, Abarth construye el Abarth 1000SP, un coche de competición para participar en el Grupo 6, con una estructura tubular de acero y un motor de cuatro cilindros, derivado del Fiat 600, que entregaba la friolera de 105 caballos; una cifra realmente digna para una mecánica de menos de un litro. En los dos siguientes años aparecerán el Abarth Sport Spider 2000 y el Abarth Sport Tipo 2000; ambos con una concepción similar al 1000SP pero con un chasis multitubular y un potente motor de cuatro cilindros con 250 caballos.

En 1968 los italianos verán también el nacimiento del Abarth 3000SP, un automóvil equipado con un motor V8 de tres litros, que recibió diferentes modificaciones hasta 1971, cuando FIAT, ya propietaria de la marca, desestimó el proyecto. Ese mismo año también aparecería el Abarth T140, que utilizaba un monstruoso propulsor V12 de seis litros con 610 caballos, pensado para la competición de prototipos. El proyecto finalmente se canceló debido al cambio de reglamentación, que limitaba la cilindrada a sólo tres litros.

En 1971 Fiat adquiere Abarth y, en 1979, se convierte en Fiat Auto Spa junto con Fiat, Lancia, Autobianchi y Ferrari. En esos años produjo versiones como el A112 Abarth, junto con otros que dominaron el campeonato del mundo de rallies, como fueron el Abarth 124 Spider, el Abarth 131, el Abarth Ritmo o los celebérrimos Lancia 037, S4 y Delta, en colaboración con Pininfarina a nivel de diseño.

En la época en que SEAT forma parte del grupo Fiat, se compartieron algunas preparaciones con algunos modelos como el Seat 600 Abarth, 131, el Seat 127, el Panda o el Fura Crono.

UN PORSCHE 356 PREPARADO POR ABARTH

Asociar dos marcas tan distintas como Abarth y Porsche en un mismo espacio resulta difícil de imaginar, sin embargo, en la década de los 60, ambas firmas colaboraron en diferentes proyectos como el 356 SL y el Carrera GT 356A; incluso se creó un modelo específico que incluía ambos nombres: el Porsche 356B Carrera GTL Abarth Coupé, que gozó de cierto éxito en los deportes de motor.

Se trata de un automóvil que salió de la fábrica alemana siendo un Porsche 356 B Carrera. Poco duraría de serie, ya que Carlo Abarth decidió, sobre la estructura original del coche, instalar una carrocería fabricada íntegramente en aluminio, lo que le ahorraba 135 kilogramos con respecto a la variante de serie. La estética también cambiaba y se "italianizaba", con un frontal más largo, con una caída más suave y la instalación de nuevas ópticas. Además se suponer un mejora visual, también mejoraba la aerodinámica.

Salieron cuatro versiones diferentes de las instalaciones de Abarth, tres de ellas sobre la base del motor de 1.6 litros bóxer y finalmente, la más popular y conocida de 2.0 litros. Ésta entregaba 185 caballos y era capaz de alcanzar los 225 kilómetros/hora, lo que hizo que durante dos años, venciesen en todas las competiciones de GT para mecánicas de dos litros.

LOS MODELOS DE ABARTH A LA VENTA HOY EN DÍA

Tras el cese de ventas del Abarth 124 –allá por 2019– actualmente, el catálogo en Europa está conformado únicamente por las variantes deportivas del Fiat 500. Denominadas Abarth 595 y Abarth 695, ambas versiones comparten un mismo motor de 1.4 litros turbo de cuatro cilindros, que únicamente se diferencia en la potencia que entrega: En el 595, esta cifra es de 165 caballos y sólo se puede elegir con cambio manual; mientras que si se opta por el 695, el rendimiento ascenderá a 180 caballos. En este caso el cliente podrá adquirirlo también con caja de cambios automática.

Para mantener vivo y fresco este único modelo, que lleva en el mercado más de diez años, periódicamente, la firma italiana saca ediciones especiales relacionadas con diferentes temáticas, generalmente todas relativas al grupo Fiat, aunque a veces han llegado a acuerdos de colaboración con marcas como Yamaha.
En algunos países de Latinoamérica como Brasil, también se puede adquirir el Abarth Pulse, un SUV de tamaño pequeño basado en un modelo de Fiat con el mismo nombre. Está disponible con un único motor de cuatro cilindros y 1.3 litros turbo que entrega 185 caballos y 270 Newton metro de par.

Exteriormente cuenta con un paquete estético específico que enfatiza los rasgos más deportivos del vehículo, mientras que por dentro, algunos detalles dejan entrever el perfil de cliente al que va dirigido.

ABARTH 500 ELÉCTRICO: LO ÚLTIMO DE LA FIRMA DEL ESCORPIÓN

A fin de adaptarse a las nuevas tendencias, Abarth tiene previsto sacar una variante 100% eléctrica que será el primer modelo en llegar para competir en un nuevo segmento, el de los urbanos eléctricos con carácter deportivo. Tendrá la difícil tarea, a partir de 2025, de enfrentarse a otros modelos como el Alpine R5 o el Cupra UrbanRebel Concept.

Sin embargo este no será el único escorpión electrificado ya que, como confirmó hace unos meses el máximo responsable de la marca Fiat, Olivier François, a la revista Autocar, se espera la llegada de tres modelos más.

ABARTH DRIVING ACADEMY

Abarth no es sólo una marca de coches. La Abarth Driving Academy es una escuela de conducción deportiva creada en colaboración con el "International Safe Driving Center", en el año 1991, por Andrea De Adamich. Tiene su sede en el hipódromo Riccardo Paletti en Varano de 'Melegari, a 25 kilómetros de la ciudad de Parma. Ésta nació con la intención de ofrecer la posibilidad de aprender técnicas de conducción con especial atención a la seguridad y el uso óptimo de los coches deportivos. El curso se divide en lecciones prácticas y teóricas, bajo la dirección de un equipo de pilotos e instructores experimentados y se divide en dos niveles: básico y avanzado.

ABARTH EN COMPETICIÓN

Muchos son los logros deportivos que consiguió Carlo Abarth a lo largo de su historia con sus coches, pero sin duda, serán recordados los títulos conseguidos en el Campeonato del Mundo de Rallies: bajo su batuta se consiguieron los entorchados de 1977, 1978 y 1980 con el Abarth 131. Esta montura fue también la que permitió a Markku Alén y Walter Röhl, alzarse con la victoria absoluta en 1978 y 1980 respectivamente.

La última gran victoria de Abarth a nivel mundial fue con los coches del grupo B, gracias al Lancia 037, el último automóvil que fue capaz de batir a los ya todopoderosos Audi Quattro, en la temporada de 1983.

En la actualidad, el Abarth con mayor éxito ha sido la variante de rallies del Abarth 124 Spider que compite en la Copa FIA R-GT, contra modelos como el Alpine A110 R-GT o el Lotus Exige R-GT. El coche italiano fue subcampeón en 2017 para posteriormente encadenar tres campeonatos consecutivos –2018, 2019 y 2020–.