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¿Estará el futuro de los clásicos en su conversión a eléctricos?

27/02/2020 10:34

En una sociedad cada vez más preocupada y concienciada por el medio ambiente cada vez hay menos cabida para los motores de combustión, y no digamos para los del siglo pasado. La movilidad eléctrica es el paso que hay que dar según los fabricantes y los gobiernos, por lo que, ¿será la electrificación el destino de los clásicos si éstos desean seguir con vida?

''Madrid Central se endurece con restricciones'', ''Barcelona aplica una ‘Zona de Bajas Emisiones'', son alguno de los titulares que se pueden leer con bastante asiduidad en los medios de comunicación. En el caso de Madrid, desde el 1 de enero de 2020 se aplican restricciones de aparcamiento, y solo pueden circular por la zona de Madrid Central los vehículos de los residentes, vehículos con etiqueta 0 o ECO y los que con la etiqueta B o C aparquen en un parking público o privado, o en un garaje particular.

En Barcelona, también desde el pasado 1 de enero, se ha prohibido la circulación por la zona central a los vehículos de gasolina anteriores al año 2000 y a los Diesel matriculados antes del 2006. Aplicado sólo en días laborables, de 7h de la mañana a 20h de la tarde, hasta abril se informará a los conductores que infrinjan la norma, a partir de entonces, se aplicarán multas de hasta 1.800 euros en los casos más graves.

Las ciudades se blindan, y los conductores poco pueden hacer ante ello, más que hacerse con nuevos modelos más nuevos, eficientes y menos contaminantes. Pero ello implica un desembolso alto de dinero, más aún en el caso de los eléctricos, cuyo precio para un modelo equiparado de su propio segmento pero con motor de combustión es un 100% más caro de media.

¿Cuán difícil sería transformar tu viejo automóvil en un modelo 100% eléctrico y apto para circular por cualquier lugar? Esta pregunta ya se la han planteado varias empresas, quienes ya ofrecen y anuncian motores universales para transformar casi cualquier vehículo en uno libre de emisiones.

Uno de los ejemplos más sonados fue el Swind E Classic Mini, el clásico de Alec Issigonis pero restaurado y con un corazón eléctrico de 110 caballos y unos 200 kilómetros de autonomía. Se presentó a comienzos del pasado año, pero no es barato, pues Swindon Powertrain pide por él el equivalente a 89.500 euros. Tal vez por ello su producción se pensaba limitar a sólo 100 unidades.

Sn conformarse con ello, a finales del pasado año presentaron una evolución de su motor, más compacto pero sin renunciar a sus prestaciones. De esta manera han conseguido que todo el tren motriz no supere los 70 kilos, y que ellos mismo lo califiquen como el motor eléctrico con la mayor relación peso–potencia del mundo, de ahí su nombre: 'HPD' –'High Power Density'.

Con él, sus creadores pretenden ofrecer un motor universal que se pueda adaptar a cualquier tipo de vehículo y para cualquier configuración de transmisión, sea comercial, clásico, nuevo, de tracción trasera o total. Y es que otra ventaja de este tipo de motores es que su montaje es más sencillo que el de un motor de combustión, más pesado pero sobre todo con más elementos que interconectar. Los kits de conversión eléctricos llegan con todas las piezas ya integradas en la unidad y listos para montarse.

Eso es precisamente lo que asegura Eric Hutchison, fundador de Electric GT, una empresa que dedicada a vender kits de propulsión eléctricos y que ya ha presentado, por ejemplo, un Ferrari 308 GTS de mediados de los 70 puramente eléctrico que es más rápido que el original. ''Equipar a los clásicos con nuevas mecánicas eléctricas es una experiencia emocionante, pues las prestaciones que se logran no se consiguen con las mecánicas clásicas''.

No obstante, esta es una práctica que no solo está reservada para 'start-ups' pequeñas y medianas, pues el pasado año Volkswagen presentó también un prototipo de coche eléctrico sobre la base del Beetle original, al que bautizó como e-Beetle. Con la ayuda de la empresa eClassics, cambiaron la mecánica original por la del e-up! Anunciaba una aceleración de 0-80 kilómetros/hora en menos de ocho segundos para una velocidad punta de 150 kilómetros/hora y una autonomía de 200 kilómetros. Además, en una hora podían recargarse las baterías para ofrecer hasta 150 kilómetros.


 

De esta manera, el gigante de Wolfsburg ofrece a los propietarios de Escarabajo originales la conversión de su clásico a un vehículo 100% eléctrico con la tranquilidad de conservar la garantía de fábrica. Eso sí, por el momento la oferta solo está disponible en Alemania. También mostraron planes similares para su icónica Transporter y el mítico Porsche 356, aunque todavía no hay nada confirmado oficialmente.

 

PRECIO, LA MAYOR TARA

El dinero, ese gran enemigo del mundo de los eléctricos. Actualmente, la conversión de un modelo clásico con motor de combustión a uno eléctrico varía según el alcance y la complejidad del proyecto, pero a grandes rasgos no es barata. Ello es así puesto que requiere un trabajo de investigación y desarrollo para diseñar una planta motriz que se acomode a la ideada originalmente para el modelo.

Al precio de casi 90.000 euros del Mini clásico mencionado anteriormente podemos poner ejemplos como el Porsche 912 con motor de Tesla Model S de la empresa Zelectric, que ofrece sus servicios por 92.000 euros, sin incluir el vehículo base, y cuyos clientes pueden tener que esperar hasta un par de años para tener el coche listo. La empresa Electric GT, por ejemplo, ofrece plantas motrices eléctricas de 120 CV a través de su propia web a partir de 32.000 euros, para modelos como los Porsche 911 y 921 o Fiat 124 Spider.

Por ello, el desarrollo de unos motores eléctricos universales como en los que trabaja Swindon Powertrain pueden ser la solución para este submundo de los llamados 'restomods', pues su concepción compacta y multiplataforma disminuirá en alto grado el precio de la conversión.

No obstante queda por abordar un tema más subjetivo pero no menos importante, que es el del espíritu del propio coche. La mayoría de los puristas de los vehículos clásicos verán como una aberración la conversión de modelos como el Ferrari 308 GTS o los 911 en aparatos 100% eléctricos y silenciosos.

Más allá de estas consideraciones personales, lo que sí es cierto es que las asociaciones de clásicos no suelen considerar a estos modelos reconvertidos como clásicos o históricos, puesto que han sido altamente modificados y, por tanto, el valor intrínseco a su originalidad se pierde en el proceso. Pero para los fundadores de estas empresas lo más importante no es mantener el valor del vehículo, sino preservar el vehículo en sí y adaptarlo a los tiempos para que pueda seguir en circulación y ser admirados, tal y para lo que fueron creados.