Wolff, un año tras la muerte de Lauda: "No me lo quito de la cabeza"

Mercedes sufrió uno de sus peores momentos de la historia el año pasado en los días previos al Gran Premio de Mónaco, cuando el paddock recibió la noticia de que Niki Lauda había fallecido. Fue un fin de semana duro para la Fórmula 1 y para el equipo alemán. 365 días después Toto Wolff recuerda a su gran amigo.

"No puedo quitármelo de la cabeza. Pienso en nuestra amistad, en nuestra asociación y en los buenos momentos que vivimos juntos, eso es lo que más echo de menos. Él era mi amigo, mi compañero y habíamos construido juntos una burbuja de seguridad dentro del paddock de la Fórmula 1. Al final comíamos y viajábamos juntos y eso ya no lo vamos a poder hacer", comenta Wolff en declaraciones para la cadena alemana RTL.

Wolff asegura que estos días, con la crisis del covid-19, echa de menos el sentido común de Niki y se pregunta cómo hubiera reaccionado a toda esta situación si siguiera con vida.

"Incluso en estos momentos excepcionales, con la crisis del covid-19, echo de menos el sentido común de Niki. Con sus numerosos trasplantes, habría sido un paciente de riesgo y, por lo tanto, su opinión se habría tenido en cuenta. Me pregunto muchas veces '¿qué diría ahora?', '¿cómo reaccionaría ahora?'. Sigue siendo mi compañero de entrenamiento, incluso aunque ya no esté", apunta.

Por último, Wolff destaca no sólo su relevancia para Mercedes, sino su importancia durante toda su vida, primero como piloto, luego como campeón del mundo y más tarde como asesor y recuerda los grandes momentos que vivieron juntos.

"Como piloto, campeón del mundo y luego con Mercedes siempre fue alguien relevante, siempre estuvo ahí. Me enseñó a nunca darme por vencido. Sigo buscando en Internet fotos en las que salimos juntos y hay una de cuando ganamos nuestro primer mundial juntos, es uno de los momentos más especiales que recuerdo", expresa Wolff para terminar.