Sainz busca la Q3 tras un proceso de adaptación a las mejoras del STR12

Sainz explica que su equipo ha introducido varias mejoras en su monoplaza. Atribuye su discreta actuación en los Libres 1 -decimocuarto- a que su escudería aún no había averiguado cómo trabajar con estos nuevos componentes de forma efectiva. Eso se ha resuelto en los entrenamientos de la tarde, lo que le ha permitido regresar a las posiciones que esperaba ocupar este fin de semana.

"En los Libres 1, nuestro equilibrio no era bueno", explica desde el paddock. "Hemos introducido algunas piezas y nos ha llevado tiempo comprenderlas. Hemos dado pasos muy buenos en los Libres 2, hemos vuelto a donde esperábamos estar, aunque vemos que otros equipos, como McLaren o Renault, han hecho grandes progresos. Al principio ha sido difícil entender las mejoras aerodinámicas, pero ahora ya las estamos dominando".

Sainz cree que ha sido "un buen día" pero que también "es un día para ser cautos, porque mañana podría ser un poco diferente". Remarca que su equipo no es el único que progresa.

"Creo que la Q3 es posible", señala. "Basándome en los datos de hoy, en el ritmo de hoy, parece que mañana la Q3 podría estar a nuestro alcance. Dependemos mucho de lo que haga Force India. Si hacen lo que siempre hacen, será más difícil. Con los demás, la batalla estará con Renault y McLaren. Parecen muy fuertes. -Renault- sigue mejorando, sigue dando pasos. Es lo que esperarías de un gran fabricante. Renault está invirtiendo mucho en este proyecto, por lo que no me sorprende".

En los Libres 2, Carlos no ha podido rodar en condiciones de carrera con el neumático superblando. Las dos banderas rojas han interrumpido su trabajo. Espera ponerse al día en los Libres 3, pero ya intuye que la mejor estrategia para el domingo será ir a dos paradas.

"Con el superblando, tenemos un interrogante en las tandas largas. En las cortas, hoy hemos extraído lo que teníamos. Siguiendo la tendencia de esta temporada, me inclinaría más por una carrera a dos paradas. Aún es demasiado pronto para saberlo. Mañana todo el mundo hará pruebas en los Libres 3", veremos qué ocurre.

En el año 2016, la FIA estrenó en este circuito un sistema electrónico para detectar los coches que se salían de los límites de la pista. Carlos cree que este año no habrá debate alguno al respecto. "Los muros son como paredes, así que no hay peligro de ganar ventaja", bromea.

Pero admite que el Hungaroring es traicionero. "El asfalto te pide que vayas más y más rápido, hasta que de repente cruzas el límite. Es un reto. Difícil de controlar, pero un buen reto. Este asfalto ya estaba el año pasado y entonces ya noté un gran salto en adherencia. Con los nuevos coches, hace que ir rápido sea más fácil. Es difícil saber dónde está el límite. El coche está enganchado, pero cuando pierde la adherencia, la pierde. Es muy fácil trompear".