La refrigeración de los frenos, quebradero de cabeza en México
La refrigeración será uno de los mayores problemas a los que tendrán que hacer frente los equipos en el renovado Autódromo Hermanos Rodríguez, algo que ha derivado en numerosas branquias y aperturas en la carrocería de los coches para intentar disipar el calor interno de los monoplazas.
La altitud del circuito, situado a 2.200 metros sobre el nivel del mar, hace que la densidad del aire sea menor y afecte a varios elementos alrededor del monoplaza, como la eficiencia aerodinámica y la propia refrigeración, siendo los frenos uno de los elementos que más han sufrido durante la primera sesión de entrenamientos libres.
La alta velocidad del circuito –Lewis Hamilton ha marcado un récord de 362 kilómetros/hora- y la existencia de varios puntos de frenada muy fuertes, han ayudado también a aumentar los problemas, y muchos pilotos han recibido numerosos mensajes por radio pidiéndoles cuidar al máximo el sistema de frenos.
Nico Rosberg ha sido uno de los que se ha llevado la peor parte, cuando sus dos discos traseros han comenzado a arder justo después de marcar un registro de 361 kilómetros por hora, lo que ha encendido las alarmas dentro del seno de Mercedes, quien ha alertado a Lewis Hamilton de que también tuviera precaución.
Los chicos de Brackley no han sido los únicos en sufrir con los frenos. Max Verstappen también ha recibido la orden de aminorar su ritmo después de marcar el tiempo que le ha valido la primera posición por un sobrecalentamiento de los frenos, mientras que Kimi Räikkönen ha tenido que cambiarlos, lo que evidencia que, sin duda, la temperatura del sistema de frenado será el mayor quebradero de cabeza al que tengan que enfrentarse los equipos.
